Pilar Sordo: ser feliz tiene que ver con la actitud positiva para asumir lo que nos sucede
Lima, may. 02 (ANDINA).
Alcanzar la felicidad tiene que ver mucho con la actitud positiva que
asumimos las personas frente a lo que nos sucede, sea una experiencia
positiva o negativa, y con la capacidad para desarrollar más nuestras
cualidades y potencialidades en vez de lamentarnos de lo que nos falta,
sostuvo hoy la psicóloga y conferencista chilena Pilar Sordo.
Reconocida psicóloga y conferencista chilena, Pilar Sordo, en entrevista con Tv Andina. ANDINA/archivo
|
Sostuvo
que según una investigación reciente referida a qué camino seguir para
alcanzar la felicidad, se señala que no se trata de buscarla, sino que
tiene que decidir cómo actuar en el presente y tiene que ver más con la
actitud de enfrentar lo que nos sucede que con las cosas concretas que
nos ocurren a diario.
“La investigación probó también que para ser feliz se debe entender que si bien nunca dejarán de existir los problemas, hay que levantarse cada día con una actitud positiva, con una sonrisa en los labios, ser agradecido con la vida misma y tener una capacidad de centrarse en lo que uno tiene y no en lo que le falta”, subrayó.
En diálogo con TV Andina, Sordo afirmó que cuando se juntan estos factores, al que hay que sumar la fuerza de voluntad, se produce una dinámica que nos hace sentir que uno puede decidir ser feliz todos los días.
Si bien reconoció que en experiencias difíciles como sufrir de alguna enfermedad terminal resulta complicado construir las condiciones para ser feliz, la psicóloga reveló que, por alguna razón aún desconocida, las personas que atraviesan este trance desarrollan una “sabiduría extraña” que hace que tomen esa decisión de manera más firme que las personas que se sienten sanas.
En ese sentido, consideró que la enfermedad del cáncer puede resultar “un privilegio” (bajo la concepción de entender que todos vamos a morir), dado que saber cuando nos toca dejar definitivamente este mundo nos impulsa a actuar con total entrega a los demás y decirles, por ejemplo, cuánto los queremos y pedirles perdón si consideramos que debemos hacerlo.
“Esa circunstancia límite nos motiva a realizar cada acción como si fuera la última y ese privilegio lo da la inmediatez de sentir que ese momento puede terminar en cualquier instante. La valoración del presente que te genera padecer una enfermedad terminal te lo entregan pocas cosas en la vida”, subrayó.
Otro ejemplo sobre la experiencia de lograr la felicidad, que recoge la investigación citada por Sordo, es el que ofrece la experiencia de vivir en condiciones de extrema pobreza.
“Gente que vive en extrema pobreza tiene mucha mejor actitud para vivir que la gente que tiene muchos más recursos y no se da cuenta de lo que tiene. Allí es donde uno llega a la conclusión de que todo depende de la actitud que se tenga en el corazón para enfrentar lo que nos sucede para llegar a sentirnos felices”, enfatizó.
“La investigación probó también que para ser feliz se debe entender que si bien nunca dejarán de existir los problemas, hay que levantarse cada día con una actitud positiva, con una sonrisa en los labios, ser agradecido con la vida misma y tener una capacidad de centrarse en lo que uno tiene y no en lo que le falta”, subrayó.
En diálogo con TV Andina, Sordo afirmó que cuando se juntan estos factores, al que hay que sumar la fuerza de voluntad, se produce una dinámica que nos hace sentir que uno puede decidir ser feliz todos los días.
Si bien reconoció que en experiencias difíciles como sufrir de alguna enfermedad terminal resulta complicado construir las condiciones para ser feliz, la psicóloga reveló que, por alguna razón aún desconocida, las personas que atraviesan este trance desarrollan una “sabiduría extraña” que hace que tomen esa decisión de manera más firme que las personas que se sienten sanas.
En ese sentido, consideró que la enfermedad del cáncer puede resultar “un privilegio” (bajo la concepción de entender que todos vamos a morir), dado que saber cuando nos toca dejar definitivamente este mundo nos impulsa a actuar con total entrega a los demás y decirles, por ejemplo, cuánto los queremos y pedirles perdón si consideramos que debemos hacerlo.
“Esa circunstancia límite nos motiva a realizar cada acción como si fuera la última y ese privilegio lo da la inmediatez de sentir que ese momento puede terminar en cualquier instante. La valoración del presente que te genera padecer una enfermedad terminal te lo entregan pocas cosas en la vida”, subrayó.
Otro ejemplo sobre la experiencia de lograr la felicidad, que recoge la investigación citada por Sordo, es el que ofrece la experiencia de vivir en condiciones de extrema pobreza.
“Gente que vive en extrema pobreza tiene mucha mejor actitud para vivir que la gente que tiene muchos más recursos y no se da cuenta de lo que tiene. Allí es donde uno llega a la conclusión de que todo depende de la actitud que se tenga en el corazón para enfrentar lo que nos sucede para llegar a sentirnos felices”, enfatizó.
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