¿Qué podía pintar una mujer a mediados de 1800?
Lo que conocía, claro, su entorno, su casa, su jardín, sus hijos, su vida…
¿Podía pintar sus deseos o sus sueños? ¿Podía pintar lo que imaginaba? Eso sería demasiado, eso podría valerle muy caro, podría costarle quedarse sin familia y rpobablemente además no ser reconocida por sus colegas por el solo hecho de ser mujer.
¿Qué hacer entonces?
Berthe Morisot lo hizo bastante bien.
Claro que contaba con el apoyo de su familia, que no siempre ocurría, en realidad eran los menos… Berthe tuvo la suerte de que sus padres la alentaron a pintar y además se casó con el hermano de Manet, con Eugene Manet, lo que le permitió conocer el entorno del arte.
Morisot fue una de las pocas pintoras que se abrió camino por aquellos tiempos, no solo eso sino que participó activamente en todas las exposisiones impresionistas y cuando digo en todas es en todas, no faltó en ninguna.
Después de pintar muchos temas de la vida diaria de cualquier mujer burguesa de la época, Berthe incursionó pintando al aire libre, paisajes, “impresiones” y fue ella quien animó a Manet a hacer lo mismo, a salir del estudio e ir al campo.
A pesar de ser una mujer que exponía y que se relacionaba con el grupo de pintores de la época, a pesar de pintar con una frescura y una soltura como pocos, su imagen siempre fue detrás de la imagen de los pintores hombres, su título fue siempre para sus obras el de “pintura femenina”.
Hoy sus obras son muy valoradas y están en muchas galerías de Paris, Washinton, Londres, a la par de las obras de cualquier impresionista.
Lo que conocía, claro, su entorno, su casa, su jardín, sus hijos, su vida…
¿Podía pintar sus deseos o sus sueños? ¿Podía pintar lo que imaginaba? Eso sería demasiado, eso podría valerle muy caro, podría costarle quedarse sin familia y rpobablemente además no ser reconocida por sus colegas por el solo hecho de ser mujer.
¿Qué hacer entonces?
Berthe Morisot lo hizo bastante bien.
Claro que contaba con el apoyo de su familia, que no siempre ocurría, en realidad eran los menos… Berthe tuvo la suerte de que sus padres la alentaron a pintar y además se casó con el hermano de Manet, con Eugene Manet, lo que le permitió conocer el entorno del arte.
Morisot fue una de las pocas pintoras que se abrió camino por aquellos tiempos, no solo eso sino que participó activamente en todas las exposisiones impresionistas y cuando digo en todas es en todas, no faltó en ninguna.
Después de pintar muchos temas de la vida diaria de cualquier mujer burguesa de la época, Berthe incursionó pintando al aire libre, paisajes, “impresiones” y fue ella quien animó a Manet a hacer lo mismo, a salir del estudio e ir al campo.
A pesar de ser una mujer que exponía y que se relacionaba con el grupo de pintores de la época, a pesar de pintar con una frescura y una soltura como pocos, su imagen siempre fue detrás de la imagen de los pintores hombres, su título fue siempre para sus obras el de “pintura femenina”.
Hoy sus obras son muy valoradas y están en muchas galerías de Paris, Washinton, Londres, a la par de las obras de cualquier impresionista.
Estas son solo tres pinturas, casi elegidas al azar porque todas me gustan, de Qinquela, ese ser bondadoso, humilde, sensible, y visionario que nos dió La Boca.
Benito Quinquela Martín, fue criado hasta los 6 años en una casa cuna de las tantas que había por esa época (1890) por todos los suburbios. Eran tiempos de la inmigración y del hambre pero también tiempos de esperanza y de apostar a un futuro costara lo que costara, por eso un genovés “Chinchela” lo adopta y lo lleva a su carbonería en La Boca, donde su esposa analfabeta le brinda cariño y cuidados. Pronto comienza a trabajar en la carbonería y en el puerto y a los 17 se inscribe en la escuela de arte.
Expone por primera vez a los 20 años y su paleta estrepitosa y desbordante de color más ese no se qué “nostalgioso” gusta a muchos y aotros no tanto, como siempre…
Con las primera ventas compra la casa de sus padres adoptivos y la carbonería para que vivan más tranquilos y luego comienza a dar… a dar al pueblo y al gente de su barrio: hace escuelas y jardines, una casa cuna, casa de leche (donde se amamantaba a niños huerfanos y de la calle), un consultorio odontológico y una escuela de arte.
Quinquela expone con exito en Paris, Madrid, Nueva York, pero siempre vuelve a su barrio de La Boca y a su casa-museo-conventillo y toda La Boca lo espera siempre con los brazos abiertos. La paleta de Quinquela desbordó los cuadros y se expandión por todo el barrio, leí una vez por allí, y es verdad por que Quinquela es La Boca y La Boca es Quinquela…
Por mi parte, no puedo no emocionarme cada vez que miro sus cuadros, cada vez que admiro su paleta y esa sensible forma de ver la vida…
Benito Quinquela Martín murió el 28 de enero de 1977 pero en la Boca se respira el olor de sus oleos y se siente en sonido de sus pinceles…
En este día día gris y ventoso les traigo una hermosa imagen de Waterhouse, Ofelia, en su período “prerafaelita” pintó numerosas imagenes inspiradas en leyendas antíguas y en clásicos de la literatura. Simepre con un alo de tristeza y de misterio y a la vez lleno de luminosisdad, sus obras impactan por lo detallista y colorista…
Waterhouse fue bastante famoso en su época por lo cual, y tal vez por regla del arte, en la actualidad se lo recuerda poco y se lo desprestigia a veces…. A mí no me gusta toda su obra pero me gusta esta etapa tal vez por que también me gustan los clásicos literarios y las leyendas
Waterhouse fue bastante famoso en su época por lo cual, y tal vez por regla del arte, en la actualidad se lo recuerda poco y se lo desprestigia a veces…. A mí no me gusta toda su obra pero me gusta esta etapa tal vez por que también me gustan los clásicos literarios y las leyendas
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