• El feto: Se trata de la postura más común para dormir. Si duermes así habitualmente, eres fuerte en apariencia aunque tierna y sensible por dentro. Eres tímida cuando conoces a alguien pero enseguida tomas confianza. Vamos, que vas por la vida de príncipe valiente pero en el fondo eres una delicada princesita.
• El tronco: Si duermes en esta posición, acostada de lado con los brazos pegados al cuerpo, significa que eres una persona tranquila y sociable. Te gusta tener a tus amigos cerca y confías en los desconocidos con facilidad. ¡Ten cuidado! ¡Si una viejecita te ofrece una manzana roja y brillante, sal corriendo en dirección contraria!
• El nostálgico: Si duermes de costado con los brazos extendidos hacia el frente, reflejas ser bastante abierta aunque en ocasiones la desconfianza intente apoderarse de ti. Te cuesta decidirte pero cuando lo haces no hay vuelta atrás. ¿De qué color será tu vestido para el baile, rosa o azul?
• El soldado: Durmiendo boca arriba con los brazos a lo largo del cuerpo muestras ser tranquila y reservada. No te gusta el alboroto, eres muy organizada e incluso a veces te pones el listón muy alto. ¡Déjale un poco de trabajo a tu hada madrina!
• Caída libre: Te acuestas boca abajo con los brazos alrededor de la almohada y la cabeza hacia un lado. Eres sociable e impetuosa aunque a veces te alteras con facilidad y no aceptas muy bien ni las críticas ni las situaciones extremas. ¡Ponte unas orejeras y que la bruja se las apañe con su espejo mágico!
• La estrella de mar: Si duermes boca arriba con los brazos a ambos lados de la cabeza significa que haces buenos amigos porque siempre estás dispuesta a escuchar y a ayudar a quién lo necesite. No te gusta ser el centro de atención. ¡Y si además eres diseñadora y hablas con los animales, atenta, porque en cualquier momento llama a tu puerta un chico guapo con un zapato de cristal en la mano!
Dulces sueños...
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