sábado, 22 de octubre de 2011

POEMAS DE MARIO BENEDETTI



LOS PITUCOS

Hijo mío
recuérdalo
son éstos los pitucos

tienen un aire
verdad
que es un desaire

tienen la marca
verdad
de su comarca

mira
son los pitucos
nacen junto a la rambla
respiran el salitre
le hacen guiños al sol
se rascan el ombligo
duermen siestas feroces

besan con labios blandos
y en la rambla se mueren
y van al paraíso
y claro
el paraíso
es también una rambla

fíjate bien
son ellos
los pitucos
casi una raza aparte
son nietos de estancieros
primos de senadores
sobrinos de sobrinos
de heroicos industriales

son ágiles
imberbes
deportistas
cornudos

mira cómo te miran
bajo sus lentes negros
pero no te preocupes
en el fondo
son buenos

aman los dividendos
escuchan a Stravinsky
se bañan diariamente
con jabón perfumado
y a la hora del crepúsculo
bajan todos al Centro

hijo mío
prométeme
nunca intentes hacerles
zancadillas

los pitucos son tenues
los pitucos son blandos
una bocina
un grito
a veces una huelga
les arruinan el alma

en ocasiones
raras ocasiones
se hacen los malos
dicen palabrotas
pero después se mueren
de vergüenza
y allá en su diario íntimo
se azotan con metáforas

hijo mío
recuérdalo
son éstos los pitucos

tienen un pelo
verdad
que es terciopelo

una cadencia
verdad
que es decadencia


déjalos pasar
son de otra raza
admíralos
toléralos
apláudelos
escúpelos
tírales caramelos
cualquier cosa

después
cuando seas grande
grande
y tengas un hijo
lo tomas de la mano
lo traes aquí a la rambla
y sin darle importancia
le dices
hijo mío
son ésos los pitucos.



EL SUR TAMBIÉN EXISTE

Con su ritual de acero
sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos
su canto de sirenas
sus cielos de neón
sus ventas navideñas
su culto de dios padre
y de las charreteras
con sus llaves del reino
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
el hambre disponible
recurre al fruto amargo
de lo que otros deciden
mientras el tiempo pasa
y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas
que el norte no prohibe
con su esperanza dura
el sur también existe

con sus predicadores
sus gases que envenenan
su escuela de chicago
sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo
y su pobre osamenta
sus defensas gastadas
sus gastos de defensa
con sus gesta invasora
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres
que saben a qué asirse
aprovechando el sol
y también los eclipses
apartando lo inútil
y usando lo que sirve
con su fe veterana
el Sur también existe

con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana
y sus llaves inglesas
con todos su misiles
y sus enciclopedias
su guerra de galaxias
y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
que todo el mundo sepa
que el Sur también existe

UTOPÍAS

Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías

cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza

cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea

cómo voy a creer
que el horizonte es frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada

cómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos

cómo no voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro

cómo voy a creer / dijo el fulano
que la utopía ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía

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