Letizia consiguió convertirse en toda una princesa. (Reuters)
Agencias
ESPAÑA.- La llegada de la ex periodista a las filas de la realeza europea fue la segunda menos afortunada. La primera, indiscutiblemente, fue la de Mette-Marit de Noruega, cuyo pasado en el mundo de las drogas y su título de madre soltera, pesaban mucho en aquel país y escandalizaba a todas las casas reales europeas que veían el principio del fin de la Casa Real del monarca Harald.
Por su parte Letizia, digan lo que digan algunos medios españoles que buscan victimizar a la esposa de Felipe, caía mal a la mayoría. Fueron muchos factores los que tuvieron qué ver en esto, casi todos producidos por ella misma.
Primero, su pasado pesaba y mucho. Los primeros en conocer su historia por supuesto fueron los reyes, Juan Carlos y Sofía, que aunque esposos, tomaron diferente actitud ante una realidad que no gustaba y que menos esperaban.
El rey Juan Carlos fue al que menos le gustaba Letizia, incluso mandó buscar pasados nobles de la novia de Felipe para justificar la elección de su hijo, pero a cambio encontró un abuelo taxista, una madre enfermera y un cuñado que hacía la limpieza. Por si fuera poco era divorciada, toda una desgracia para el rey, cuando lo supo no pudo evitar gritarle a Felipe "Te vas a cargar a la monarquía", una frase que ya pasó a la historia.
Por su parte, la reina Sofía, quien al principio cuestionó la elección de su hijo, al ver que no había otra alternativa, tomó una actitud muy constructiva y positiva. La reina, una mujer muy inteligente, sabía que era mejor mantener cerca a Letizia para que la futura princesa aprendiera mucho de cómo ser "una profesional" como ella. Y lo consiguió, aunque le tomó más de tiempo de lo que esperaba.
Poco después, vino la ya famosa y desafortunada intervención de Letizia en su pedida de mano, donde la ex periodista delante de la prensa internacional y de millones de españoles, mandó callar a Felipe. El siguiente factor, quizá el de mayor peso, fue su pasado. Cuando España supo que era divorciada fue un verdadero escándalo.
La revista Quién hizo un reportaje exclusivo e inédito de su vida en México, en donde reveló que Letizia vivió en Guadalajara mientras estudiaba un master y había salido con un hombre casado, Luis Miguel González.
Una amiga mexicana, Sara Cuellar, aseguró que la hoy princesa no quería tener hijos (algo muy grave para el futuro de una monarquía), que no se quería casar, decía que el rey Juan Carlos era un mujeriego y lo peor fue que aseguró que el príncipe no le gustaba, que no era su tipo porque los hombres de pelo chino no le atraían.
Se supo también que Letizia había posado desnuda para el pintor cubano Waldo Saavedra, aunque la Casa Real lo negó. Todo lo anterior mermó su popularidad cuando todavía no se había convertido en princesa.
Makeover Real
La oposición del Rey, las críticas hacia ella y su pasado, mermaron mucho la seguridad que poseía Letizia. Tras callar a Felipe en su pedida de mano "el consejo" fue que mejor guardara silencio. Tardó poco más de dos años en pronunciar un discurso.
Su estilo tampoco era el afortunado. Sólo vestía diseños de Felipe Varela y Lorenzo Caprile, así que su look era muy aseñorado y muy predecible. Mientras, la presión hacía estragos en su cutis que lucía demasiadas arrugas para la edad que tenía.
Al final Letizia se cansó de ella misma, de la presión, de las críticas, de las comparaciones. Y así muy cansada de todo tomó cartas en el asunto: retoque de naríz, botox, aumento de busto, fueron las medidas más drásticas qué tomó y que le brindaron un gesto más dulce en su cara y la hizo lucir más atractiva, sexy.
Luego había que revisar con lupa su armario. Sí, también había que renovarlo. De Varela pasó a Adolfo Domínguez, Miguel Palacio, Purificación García, Mássimo Tutti y hasta la firma Mango, por sólo mencionar los españoles.
Fue entonces que Letizia consiguió convertirse en toda una princesa. Un makevoer real extremadamente exitoso y que por supuesto la autora tiene gran mérito ya que lo consiguió contra corriente y contra todo pronóstico.
Se mostraba más segura y cercana a sus súbditos. A tal grado ha aumentado su popularidad que en una reciente encuesta es considerada una de las personas más influyentes de España, apareciendo arriba incluso de su propio esposo y del mismísimo rey Juan Carlos.
Revistas como Elle, Vanity Fair y Vogue ya la consideran una de las mejores vestidas y carismáticas del mundo.
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