Visitar países remotos se ha convertido en algo tan habitual como asequible. Pero para que el viaje sea todo un éxito, es importante evitar que algo tan común como una diarrea o llevar ropa inapropiada nos amargue las vacaciones. Y un consejo: si tienes alguna molestia o sospechas que padeces una enfermedad, visita al médico o al dentista. Una revisión te dejará tranquila y evitará que la preocupación o un dolor se agraven a miles de kilómetros de casa.
La maleta perfecta debe contener ropa de fibras naturales (lino, algodón) y calzado cómodo y poroso. Los zapatos, de piel (nunca de plástico si pretendes “caminar”). No olvides gorros, sombreros y ropa de manga larga e incluso de abrigo: en muchas zonas, los contrastes de temperatura son bruscos.
Invierte también en unas buenas gafas de sol. Nunca las compres en los puestos ambulantes, porque no protegen de los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta y pueden producir queratitis, conjuntivitis, cataratas prematuras, degeneración macular y hasta melanoma. Busca las que llevan el símbolo CE, pues garantiza que cumplen las normas de seguridad de la Unión Europea. Y fíjate en el filtro: 0 para luminosidad solar muy baja, 1 baja, 2 media, 3 fuerte y 4 muy fuerte.
¿Qué vacunas necesito?
Son indispensables para viajar a muchos países donde podrías contraer alguna enfermedad infecciosa grave o incluso sin tratamiento. Para saber qué vacunas necesitas o si debes tomar una medicación especial en tu viaje, consulta a tu médico de cabecera con más de un mes de antelación. Algunas vacunas son obligatorias, y en ese caso deberás ir a uno de los centros de vacunación internacional que existen en toda España (te otorgarán un Certificado Internacional de Vacunación). Las enfermedades que se evitan con esta medida son: fiebre amarilla y tifoidea, cólera, hepatitis A y B, meningitis, rabia, difteria o tétanos.
El Ministerio de Sanidad (tel. 901 400 100 o www.msc.es) ofrece toda la información necesaria, así como el portal www. viajarsano.com, avalado por la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional.
Piernas en forma
Con el calor y las muchas horas en coche o avión, la circulación en las piernas se resiente: cansancio, pesadez, hormigueo… Para reducir las molestias y evitar sustos lo mejor es moverlas, ya que la actividad impulsa la sangre hacia el corazón. Si viajas en coche, haz pausas frecuentes y realiza algunos estiramientos y date suaves masajes con las manos. En el avión, practica estos ejercicios, fáciles y discretos. 15 repeteciones son suficientes:
• Sentada, separa las piernas y vuelve a juntarlas.
• Haz círculos con ambos tobillos en ambos sentidos.
• Imita el movimiento de pedaleo, como si fueras en bicicleta.
• Flexiona los pies y los dedos hacia delante y hacia atrás.
• Camina de puntillas por el pasillo. Después hazlo apoyando sólo los talones.
• En el baño, ponte de puntillas, estira los brazos todo lo que puedas y trata de bostezar.Cuando llegues a tu destino, date una ducha de agua fría y mantén las piernas en alto. Una crema de efecto frío a base de hierbas como hammamelis o ginko bilova te aliviará.
Si sufres...
JET LAG. El desfase horario tras los vuelos intercontinentales causa sensación de somnolencia, a menudo combinada con insomnio, cansancio intenso, hinchazón y desorientación. Suele ocurrir unos días después de aterrizar.
• ¿Qué hacer? Procura acostumbrar a tu cuerpo adaptándote cuanto antes a los horarios del nuevo país. Trata de dormir cuando allí sea de noche, aunque en tu ciudad aún haga sol. Adapta tu reloj a la hora local y no te pases todo el tiempo preguntándote qué hora es en España ni qué deberías estar haciendo.
GOLPE DE CALOR. Este fenómeno ocurre cuando el organismo supera los 40,5º C de temperatura. Sus síntomas son muy reconocibles: piel caliente y seca, sed intensa, dolor de cabeza, náuseas y mareo, calambres musculares, fiebre alta, confusión, taquicardia, convulsiones... Es importante actuar a tiempo para que la persona afectada se recupere cuanto antes.
• ¿Qué hacer? Traslada al afectado a un sitio fresco y colócale con la cabeza alta, dale agua a menudo, refresca su ropa, abanícale, ponle compresas de agua fría y bolsas de hielo en la cabeza. Si no mejora, llévale a Urgencias.
INFECCIONES DE VERANO. La conjuntivitis es muy común al bañarse en piscinas con exceso de cloro. Produce lagrimeo, enrojecimiento y picor. Es muy contagiosa. También los hongos, que se propagan en piscinas sin depuradora. El pie de atleta, muy común, provoca lesiones de color rosado con picor intenso.
• ¿Qué hacer? No te mojes los ojos en la piscina y ten a mano colirios a base de manzanilla o hammamelis. No camines sin zapatillas por los vestuarios.
ESTREÑIMIENTO. Es un trastorno muy frecuente durante las vacaciones. Los cambios en la rutina y en la alimentación están entre sus causas.
• ¿Qué hacer? Establece horarios fijos para comer y hazlo lentamente. Toma mucha fibra (pan integral, frutas y verduras), aceite de oliva y agua. No abuses de los alimentos exóticos o poco habituales en tu dieta (picante, especias, etc).
QUEMADURAS SOLARES. Aparecen por abusar del sol y/o tomarlo sin protección durante las horas centrales del día.
martes, 19 de enero de 2010
VIAJES EXOTICOS
Te vas al extranjero? Antes de preparar el viaje a un país exótico, infórmate sobre las vacunas necesarias. Además, te damos las mejores soluciones contra el jet lag, los golpes de calor, el hinchazón de piernas, las infecciones de verano, el estreñimiento y las quemaduras solares. No te olvides del botiquín y...¡a disfrutar!
• ¿Qué hacer? Toma baños de agua templada (no fría) para aliviar el calor y aplica compresas frías y húmedas sobre la piel. Hidrata el cuerpo por fuera (con after sun o gel de aloe vera, muy fresco) y por dentro (bebe mucho líquido). Mantén limpia la zona quemada, evitando que se rompan las ampollas. Si aparece una infección, debes acudir al médico para que te prescriba alguna pomada antibiótica. Evita por completo el sol hasta que las quemaduras se curen.
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