Tu eres mi acuarela, cuando pinto,
mi color azul, si nace el día y hay cielo,
un color amarillo que me habla,
un matiz verdoso que me crece,
un rojo atrevido que me erotiza,
un gris atemorizado que me mortifica.
Tu eres de la tela el cuadro,
de la pasión los tres minutos de suspiros,
de una declaración a Hacienda,
el importe a devolver.
Tu eres la cacerola,
donde hiervo la sangre, cuando me manipulas,
el consuelo de mi desconsuelo cuando nada me consuela.
Tu eres la albacea,
de mis pensamientos.
la matricula de honor que no me examina,
el peculiar mamífero que amamanta mis esperanzas.
Tu eres el holocausto de las caricias,
el dulce abrigo que templa las emociones,
el acero que no se doblega ante las injusticias,
el dolor calmado de un dolor de muelas.
Tu eres la precipitación,
de las palabras que surgen de mis dedos.
Tu eres la conquista de la reconquista.
Tu eres la alegre campanilla con alas de mujer.
Tu eres un hermoso cuerpo desnudo,
con un bonito nombre vestido.
Tu eres la ignorancia de lo malo,
la intelectual con nota alta de lo bueno.
Autor: Fco. Peiró Gimenez
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