Qué pena! Tanto hablar de la gran cacería y nadie ha hablado ni defendido a esos pobres animales asesinados por el rifle certero del juez Garzón y otros. ¿Dónde están esas asociaciones protectoras de animales que no han dicho ni mu en toda la semana? Se me olvidaba que estarán subvencionadas y por lo tanto no se atreverán a decir nada no sea que se queden sin el chupete de la subvención.
El juez, cómodamente ha estado sentado con su señora esposa y el ministro Bermejo en el puesto dispuesto para sus señorías, mientras los lugareños -los ojeadores como en la época de Franco- asustaban a los pobres animales para que sus asesinos con rifles ultramodernos con miras telescópicas, de esos que no fallan, pudieran acertar a esos pobres ciervos que estaban en su hábitat sin esperar peligro alguno.
Insisto. ¿Dónde están esas asociaciones protectoras de los animales? A los ciudadanos ya no nos asustan los problemas de la corrupción, estamos acostumbrados, pero lo que no estábamos acostumbrados es a que todo un magistrado y un ministro socialista hayan unido sus fuerzas para matar a esos animalitos y no por hambre ni por deporte, sino porque les gustan sus cuernos para colocar en sus grandes salones de estar y enseñarselos a sus amigos.
Personalmente, a mí me da vergüenza ver la foto que ha pasado por toda la prensa y que nadie haya defendido a los "fallecidos". He sentido verdadera vergüenza al ver a esas víctimas inocentes alineadas, muertas en el suelo, y al juez Garzón contando o examinando que cornamenta tendría mayor puntuación. Me recordaba a las cazas de focas y de tantos y tantos animales que se matan por el placer de matar. Claro que otros matan osos en Rumania...
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