La Semana Santa en la ciudad de Cusco se vive de diferente manera. Los devotos de esta ciudad rinden culto a un Cristo moreno que es paseado por las calles bendiciendo a sus seguidores.
El culto se remonta a 1650, cuando un implacable terremoto prácticamente destruyó la ciudad, y según cuentan, la serie de sacudidas cesó cuando el Cristo Moreno salió a las calles.
Desde esa época el Cristo moreno fue bautizado como el Señor de los Temblores y sale en procesión cada Lunes Santo seguido por una multitud de feligreses que lo acompañan con humilde fervor, hasta darle una emotiva y silenciosa despedida.
La Semana Santa llega a su fin el Domingo de Resurrección. Luego de la procesión y de la celebración de la misa. Por las principales calles se percibe el aroma exquisito de los manjares que deleitan a propios y extraños, como el sabroso caldo de gallina, las empanadas, el dulce de maíz blanco, los tamales y las tortas.
Así, en forma pagana, se cierra, en la milenaria ciudad imperial del Cusco, la Semana Santa andina.
Infaltable.- No se olvide de visitar al Señor de los Temblores en la Catedral, de comer empanadas de Semana Santa, de almorzar los doce platos el jueves santo, de visitar el mercadillo de los domingos en Pisac, de aprender algunas palabras en quechua, de visitar la Iglesia de San Cristóbal y de deleitarse con el paisaje. Pero, sobre todo, no se olvide de disfrutar. Buen viaje.
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