La banda sonora, con reminiscencias de las películas de 007, acompañaba unas salidas en las que las siluetas se esculpen con prendas entalladas y largos hasta la rodilla, en su mayor parte; tejidos suntuosos salpicados de bordados metálicos, plisados, jirones hilvanados. El toque de luz, además del metalizado, lo ponen los cristales de cuarzo y las pepitas de oro sobre redes de seda.
Cortes simétricos, juegos de patrones y una costura clásica, sobre lanas y terciopelos, con manga francesa que se completa con guantes al estilo Hilda y joyas XXL. El terciopelo también es la base de unos zapatos en los que la plataforma y los apliques dorados completan el look.
La paleta cromática se mueve entre el camel, negro, verde óxido, oro líquido, crema y nude.
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