El afamado Huachinango a la Veracruzana, como su nombre lo dice, tiene su origen en el bello estado de Veracruz, entidad que además de ofrecer emocionantes aventuras, como el descenso en río Filobobos, también muestra paisajes majestuosos. Pero más que nada, una gastronomía de primer nivel, que depara sorpresas hasta para los gustos más delicados y exigentes.
A Veracruz se le considera una de las entidades con mayor tradición culinaria, además de que cada región que conforma el estado, tiene su toque especial. La gastronomía de los jarochos es el resultado de la fusión de los ingredientes prehispánicos con los sabores de los condimentos traídos por los españoles a estas tierras. Durante su visita a esta ciudad, el turista debe probar el mencionado "Pescado a la veracruzana", las tortitas de hueva de lisa, las cazuelas de mariscos, los pulpos a la marinera, el arroz a la tumbada, las empanadas de camarón, así como los tamales costeños y de anís.
Con sólo mencionar unos cuantos platillos, se podrá dar idea de que Veracruz lo tiene todo. ¿Quién no gusta de deleitar su paladar con los manjares más exquisitos, en uno de los estados más bellos de la República? Incluso, hay un dicho que reza: “Sólo Veracruz es bello... pero más sus lindas mujeres”. Pues su comida no se queda atrás.
Arroz a la Tumbada
Los frutos del mar dan a la comida de Veracruz un sello distintivo. Los primeros habitantes de la región del Golfo acudieron a la pesca como su principal recurso, y la tierra pródiga del estado hizo más rico su menú gastronómico. Fue aquí, en la entrada al nuevo mundo, donde se inició la experiencia de mestizaje que dio lugar, con los años, a una de las comidas más variadas y sabrosas de nuestro país.
Cafe lechero
Sus regiones con tradición gastronómica tienen fama internacional; Orizaba, Córdoba, Tuxpan, Nautla y Tecolutla, tienen gran riqueza de sabores, como el de un día una rica mojarra al chile-limón, acompañada con malanga y yuca.
La gastronomía que presume la Costa Esmeralda es exquisita también, rica en sabor y sazón. Cualquier cantidad de mariscos y pescados en toda su variedad y tipo son suculentos. El zacahuil, tamal hecho de carne de puerco y envuelto en hoja de plátano, por ejemplo.
Cazuela de mariscos
El café de esta zona no puede ser excluido por su sabor y aroma; no por nada es exportado a muchos países del mundo entero. Y ya que hablamos de café, no podemos dejar de mencionar que pocos lugares en el mundo son tan representativos de una ciudad y un Estado como el famoso Gran Café de la Parroquia en el Puerto de Veracruz. Este es un lugar de especial convivencia, donde se sirve comida y se pueden admirar las grandes cafeteras que lo adornan, las canillas, el cafecito "sopado", la champola de guanábana, las michas y los huevos tirados.
Coatzacoalcos no se puede quedar atrás en lo que a gastronomía se refiere; aquí puedes degustar exquisitos guisos con carne de armadillo, tortuga, pejelagarto ahumado, venado, tejón y mejillones entre otros.
Acamayas al mojo de ajo
Dicen que no hay mejor lugar para probar tamales de chipile y coyol, o bien guisados de tortuga, como en Minatitlán, zona que además de ofrecer grandes atractivos turísticos que te permiten saborear los más deliciosos platillos con un atole de coyol o un té de hoja de zacate.
Martínez de la Torre es una de las principales regiones productoras y exportadoras de cítricos del país; esta zona es también muy atractiva por su deliciosa gastronomía, como las acamayas al mojo de ajo, en chipotle o en chiltepín, o bien el pez bobo preparado en sabroso caldo.
Por lo que respecta a Nautla y Tecolutla, son lugares en donde siempre se podrá disfrutar de un sabroso pescado a la orilla del mar. Son sitios ideales para pescar huachinango, mojarra, besugo y luego comerlo en muchas modalidades.
Pulpo a la marinera
En Coatepec puedes disfrutar de su café y degustar un sabroso menú: sopa de pan, estofado de gallina, langostinos de río en salsa verde o de chipotle, o bien la famosa trucha arco iris.
Y para refrescarse, se recomienda probar los toritos, las glorias, los diablitos y el popo (bebida hecha con cacao y arroz), así como el exquisito café con leche y el café veracruzano de Los Portales o La Parroquia.
En fin, saborear exquisitos mariscos y el pescado frito en el puerto, en Boca del Río o en Alvarado, es una experiencia inigualable. Camarones para pelar, jaibas rellenas, ostiones, pulpos, caracoles, son manjares que nadie puede perderse, y menos si te atreves a llegar ahí donde están los mejores. Hacia el norte, cerca de Martínez de la Torre, donde te sorprenderá la influencia de la comida francesa arraigada por años en el poblado de San Rafael, y hacia el sur, en Catemaco, donde puedes disfrutar mojarras fritas, carne de mono y otras delicias.
Así que buen viaje… y buen provecho.
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