1868
La Gloriosa, así es como fue apodada por muchos la revolución que tuvo lugar en septiembre de ese año. En la que se produjo el levantamiento revolucionario español que supuso el destronamiento de Isabel II y el inicio del periódo conocido como Sexenio Democrático.
En este contexto histórico y tan solo dos meses después de la revolución que supuso el fin del reinado de Isabel II, en un pequeño pueblo de la provincia de Pontevedra (Galicia) venía al mundo la niña que terminaría siendo una de las mujeres más influyentes de su tiempo en toda Europa, Agustina Otero o lo que es los mismo, la “Bella Otero”.
1878
Tan solo diez años después, Agustina sufre una brutal agresión sexual, de la cual fuentes domuntales, afirman que dada la brutalidad de la agresión sería prácticamente imposible que Agustina se salvase.
Sin que nadie sepa como, ni donde, ni por qué, la niña Agustina desaparece del Hospital General de Santiago de Compostela, tras una leve mejora de sus heridas.
Años mas tarde ella misma explicaría su desaparición justificada por el rechazo que iba a desatar su retorno al pueblo dado a que en aquel momento una agresión de ese tipo solo se producía cuando existía una provocación por parte de la agredida hacía el agresor.
1888
Esta fecha no es del todo fiable, aunque es la única que se conoce acerca de la vida de Agustina Otero tras su huída del hospital.
En este año conoce a un reputado banquero catalán que como otros muchos perderá locamente la cabeza por la joven gallega. Es esta situación la que genera que este hombre ponga a su disposición todo su patrimonio para convertir a esta mujer de medidas perfectas en una de las bailarinas mas importantes del París de la Belle Epoque.
Viaja a Marsella con su mecenas y es allí desde donde da el salto al mundo parisino y por supuesto donde abandona a su descubridor, probablemente el primer corazón roto y arruinado de los que tenemos constancia, aunque solo sería uno más en su lista de amantes…
1890
Se puede decir y tener constancia gracias a los carteles conservados de sus actuaciones, de que tan solo dos años después de su lanzamiento a la vida del espectáculo, Agustina ya se había convertido en un icono internacional en las artes del baile y la canción.
Este es el año en el que visita Nueva York, Argentina, Cuba y Rusia, y por supuesto año en el que conoce a algunos de sus amantes más importantes el magnate americana William Vanderlbilt que le regaló un yate, un príncipe ruso dispuesto a entregarle toda su fortuna por que no lo abandonase,el emperador de japón que le compró una isla y un sinfín de hombres más que pasarían por la cama de estrella principal del Follies Bergeres y el Mouling Rouge.
Nombres como Eduardo VII, el Zar Nicolás de Rusia, el Káiser Guillermo, Leopoldo de Bélgica, Alberto I de Mónaco y Alfonso XIII.
Pronto se ganó el apodo de Sirena de los Suicidios ya que siete hombres se quitaron la vida por no poder tener su amor.
1910
Este es el momento en que Agustina decide retirarse de los escenarios y de la vida galante a ala que venía acostumbrada durante varios años. Esta es una decisión que sorprende a muchos dado a que era una mujer que vivía del espectáculo y parecía necesitar el halago de su público, de sus pretendientes para vivir.
Algunos libros o documentos apuntan a que la Bella Otero decide retirarse por que no quiere que nadie la vea envejecer y que todos la recuerden como la mujer de medidas perfectas que en su momento conquistó Paris.
1964
Este año, es en que finaliza la apasionante historia de una mujer “adelantada a su tiempo” según muchos y “apasionada” por otros, aunque lo que no cabe la menor duda es de que era muy ambiciosa.
Aún así el final de su historia es un tanto atípico dado a que después de “amasar” tal cantidad de patrimonio a lo largo de su vida profesional, fallece en la habitación de una pensión en Niza, sola y arruinada. El propio Casino de Montecarlo es el que se encarga de costear tal habitación dado a la fortuna que ella misma perdió en sus mesas.
La Gloriosa, así es como fue apodada por muchos la revolución que tuvo lugar en septiembre de ese año. En la que se produjo el levantamiento revolucionario español que supuso el destronamiento de Isabel II y el inicio del periódo conocido como Sexenio Democrático.
En este contexto histórico y tan solo dos meses después de la revolución que supuso el fin del reinado de Isabel II, en un pequeño pueblo de la provincia de Pontevedra (Galicia) venía al mundo la niña que terminaría siendo una de las mujeres más influyentes de su tiempo en toda Europa, Agustina Otero o lo que es los mismo, la “Bella Otero”.
1878
Tan solo diez años después, Agustina sufre una brutal agresión sexual, de la cual fuentes domuntales, afirman que dada la brutalidad de la agresión sería prácticamente imposible que Agustina se salvase.
Sin que nadie sepa como, ni donde, ni por qué, la niña Agustina desaparece del Hospital General de Santiago de Compostela, tras una leve mejora de sus heridas.
Años mas tarde ella misma explicaría su desaparición justificada por el rechazo que iba a desatar su retorno al pueblo dado a que en aquel momento una agresión de ese tipo solo se producía cuando existía una provocación por parte de la agredida hacía el agresor.
1888
Esta fecha no es del todo fiable, aunque es la única que se conoce acerca de la vida de Agustina Otero tras su huída del hospital.
En este año conoce a un reputado banquero catalán que como otros muchos perderá locamente la cabeza por la joven gallega. Es esta situación la que genera que este hombre ponga a su disposición todo su patrimonio para convertir a esta mujer de medidas perfectas en una de las bailarinas mas importantes del París de la Belle Epoque.
Viaja a Marsella con su mecenas y es allí desde donde da el salto al mundo parisino y por supuesto donde abandona a su descubridor, probablemente el primer corazón roto y arruinado de los que tenemos constancia, aunque solo sería uno más en su lista de amantes…
1890
Se puede decir y tener constancia gracias a los carteles conservados de sus actuaciones, de que tan solo dos años después de su lanzamiento a la vida del espectáculo, Agustina ya se había convertido en un icono internacional en las artes del baile y la canción.
Este es el año en el que visita Nueva York, Argentina, Cuba y Rusia, y por supuesto año en el que conoce a algunos de sus amantes más importantes el magnate americana William Vanderlbilt que le regaló un yate, un príncipe ruso dispuesto a entregarle toda su fortuna por que no lo abandonase,el emperador de japón que le compró una isla y un sinfín de hombres más que pasarían por la cama de estrella principal del Follies Bergeres y el Mouling Rouge.
Nombres como Eduardo VII, el Zar Nicolás de Rusia, el Káiser Guillermo, Leopoldo de Bélgica, Alberto I de Mónaco y Alfonso XIII.
Pronto se ganó el apodo de Sirena de los Suicidios ya que siete hombres se quitaron la vida por no poder tener su amor.
1910
Este es el momento en que Agustina decide retirarse de los escenarios y de la vida galante a ala que venía acostumbrada durante varios años. Esta es una decisión que sorprende a muchos dado a que era una mujer que vivía del espectáculo y parecía necesitar el halago de su público, de sus pretendientes para vivir.
Algunos libros o documentos apuntan a que la Bella Otero decide retirarse por que no quiere que nadie la vea envejecer y que todos la recuerden como la mujer de medidas perfectas que en su momento conquistó Paris.
1964
Este año, es en que finaliza la apasionante historia de una mujer “adelantada a su tiempo” según muchos y “apasionada” por otros, aunque lo que no cabe la menor duda es de que era muy ambiciosa.
Aún así el final de su historia es un tanto atípico dado a que después de “amasar” tal cantidad de patrimonio a lo largo de su vida profesional, fallece en la habitación de una pensión en Niza, sola y arruinada. El propio Casino de Montecarlo es el que se encarga de costear tal habitación dado a la fortuna que ella misma perdió en sus mesas.
La Bella Otero, fue una mujer con unas medidas perfectas 93,53,92 que todavía hoy lo serían. Cantante, bailarina, actriz y según algunos escritos de la época apuntan a que también cortesana. Amante de los hombres más importantes e influyentes de su tiempo. LLego a relacionarse con el mismísimo Rasputín.
El Kaiser Guillermo fue uno de los amantes de la Bella Otero, que seguramente hubiera preferido no conocerla dado al amor imposible que le toco vivir al lado de Agustina.
El Kaiser tenía una personalidad muy especial, algo bruta para unos, manipulador para otros, en suma una personalidad que algunos historiadores han tildado de megalómana extrema, intolerante y adulador. No por ello menos inteligente y vivaz, y se sabe que con el tiempo y la experiencia adquirió agilidad política y militar.
La Belle Epoque es una expresión nacida tras a Primera Guerra Mundial para designar al periodo de la historia de Europa comprendido entre la última década del siglo XIX y el estallido de la Gran Guerra en 1914.
Se le dio este nombre por la expansión del colonialismo, el crecimiento del capitalismo, la creciente fe en la ciencia y el progreso, también tienen mucho que ver las mejoras tecnológicas e industriales que impactaron tanto en la aristocracia como en el proletariado.
Ernest Jungers, fue el primero de los amantes de la Bella Otero. Escritor y experto en marketing, fue el gran trampolín de la Bella Otero ya que es es él y no otro, el que pone todo su empeño en conseguir integrar en la Belle Epoque francesa a Agustina.
Cabe destacar que es la primera “víctima mortal” de la Bella Otero. Jungers se suicidó, arruinado y superado por los celos que le amargaron los últimos años de su vida propiciados por las continuas infidelidades de Agustina.
Muchas y muy valiosas fueron las joyas que compusieron una parte muy importante del patrimonio de Agustina Otero. Casi todas ellas regalos de sus múltiples amantes. Las joyas más conocidas de la Bella Otero pertenecen casi en su totalidad a la firma francesa de Cartier.
Incluso cabe señalar que una parte muy importante de dichas joyas, son hechas expresamente para ella.
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