BRASIL. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy que su Gobierno combatirá la homofobia pero no defenderá una opción sexual determinada, al comentar su decisión de suspender la distribución de un polémico material escolar que aborda los prejuicios que sufren los homosexuales.
“El Gobierno defiende la educación y la lucha contra las prácticas homofóbicas, pero no va a permitir que un organismo (público) haga propaganda de opciones sexuales. De ninguna manera podemos interferir en la vida privada de las personas”, afirmó la mandataria en declaraciones a periodistas tras un acto oficial en el Palacio de Planalto.
Rousseff aseguró que su Gobierno está empeñado en promover en las escuelas una educación que respete las diferencias y que condene las prácticas violentas contra los que son considerados diferentes.
La gobernante, sin embargo, manifestó su rechazo al contenido del material escolar que sería distribuido por el Ministerio de Educación por considerar que su principal objetivo no era la “defensa de prácticas no homofóbicas”.
“No estoy de acuerdo con las partes (del material) que vi en la televisión, que ustedes (los medios de comunicación) pasaron”, afirmó Rousseff al referirse a unos vídeos que muestran el surgimiento de relaciones amorosas entre dos parejas, una masculina y una femenina, que asumen su opción homosexual.
“Se trata de algo que el Gobierno va a revisar. No habrá autorización para ese tipo de política de defensa de A, B, C o D”, agregó la gobernante al rechazar las cartillas y vídeos que serían distribuidos.
El material vetado, que había generado protestas de grupos religiosos, fue elaborado por empresas contratadas por el Ministerio de Educación e iba a ser distribuido en el marco de cursos sobre derechos humanos y minorías que se pretende impartir en las escuelas públicas de enseñanza media.
El veto fue anunciado este miércoles por el ministro de la Secretaría de la Presidencia, Gilberto Carvalho, tras una reunión entre Rousseff y un grupo de parlamentarios crítico de los vídeos y las cartillas.
La polémica sobre el material creció en los últimos días, sobre todo después de que la máxima corte del país decidiese que la unión civil entre dos personas del mismo sexo es equivalente ante la ley a los matrimonios heterosexuales.
Las iglesias católica y evangélica, en especial, criticaron la decisión judicial y alertaron sobre proyectos que, según afirmaron, pretendían “inducir” a la homosexualidad a los adolescentes que estudian en escuelas públicas.
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