sábado, 30 de abril de 2011

PROBLEMAS DE MEMORIA

Muchas personas mayores se preocupan por que se sienten más olvidadizas, piensan que la mala memoria es la primera señal de una enfermedad seria como el Alzheimer.
Otros piensan, aun en estos dias que la pérdida de la memoria y la confusión son una cosa muy normal en el proceso del envejecimiento, por lo cual no buscan ayuda a tiempo.
Sin embargo, hoy en día los científicos han comprobado que la mayoría de las personas siguen alertas y capaces de manejarse independientemente a medida que envejecen, aunque necesiten más tiempo para recordar las cosas.
Las fallas de memoria son comunes, algunos problemas son graves, pero otros no lo son.
Las personas que presentan cambios significativos de memoria, personalidad y comportamiento pueden estar sufriendo de un trastorno cerebral degenerativo llamado demencia.
La demencia afecta la capacidad del individuo de realizar sus actividades diarias y la enfermedad de Alzheimer es solo uno de los muchos tipos de demencia que se conocen.
La demencia se define como un grupo de síntomas causados por alteraciones de las funciones cerebrales.
Entre los síntomas mas llamativos se pueden mencionar: el preguntar repetidamente lo mismo, perderse en lugares conocidos, no poder seguir instrucciones, desorientarse en el tiempo, con las personas y los lugares y descuidar la seguridad, la higiene y la nutrición propia.
Las personas con demencia van perdiendo sus facultades mentales a diferentes ritmos unas de otras. Muchas condiciones médicas pueden causar sintomas de una demencia, algunas de ellas pueden ser reversibles.
Otras condiciones clínicas pueden ocasionar síntomas parecidos a una demencia, entre ellas tenemos: fiebre elevada, deshidratación, déficit vitamínico y mala alimentación, reacciones adversas a medicamentos, problemas de la glándula tiroides, traumas craneo-encefalicos o anemia severa (baja hemoglobina).
Estos padecimientos pueden ser graves y deben ser tratados por un médico lo antes posible.
Las tres formas más comunes de demencia en las personas mayores son la enfermedad de Alzheimer en primer lugar (con casi un 40-50% de los casos), la demencia tipo cuerpos de Lewi en segundo y la demencia multi infarto (demencia vascular) en tercer lugar.
Estos tipos de demencia son irreversibles, los cambios en las células nerviosas de ciertas partes del cerebro provocan la muerte de un gran número de células.
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer comienzan lentamente y van empeorando en forma constante.
A medida que avanza la enfermedad, los síntomas progresan desde la mala memoria leve hasta deterioros graves en la capacidad de pensamiento, de juicio y en la aptitud para desempeñar las actividades de la vida cotidiana.
Llega un momento en que los pacientes necesitan asistencia total (deambulacion, alimentacion, aseo y arreglo personal).
En la demencia llamada vascular, una serie de isquemias cerebrales (alteracion en la irrigación sanguínea en el cerebro que causan muerte del tejido).
El lugar del cerebro donde se producen las isquemias determina la gravedad del problema y los síntomas que surgen. Los síntomas usualmente comienzan repentinamente en este tipo de demencia.
Entre los factores predisponentes de este tipo de demencia tenemos la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la dislipidemia, la obesidad y el tabaquismo.
Diagnostico
Las personas que presenten problemas de memoria deben consultar a su médico.
Si el médico opina que el problema es grave, entonces podrá recomendar una evaluación física, neurológica y psiquiátrica completa.
El examen médico completo en los casos de pérdida de la memoria puede incluir la obtención de datos sobre los antecedentes médicos de la persona, entre ellos el uso de medicamentos con o sin receta médica, el régimen alimentario, los problemas médicos que haya tenido y su estado general de salud.
Puesto que el diagnóstico correcto se basa en recordar con precisión estos detalles, el médico puede también pedirle esta misma información sobre el paciente a un familiar.
Para ayudar a identificar algunos problemas, el médico puede solicitar análisis de sangre y orina.
También se pueden realizar pruebas de la capacidad mental (baterias neuropsicologicas), que permiten evaluar la memoria, la capacidad para resolver problemas y hacer cuentas y el lenguaje.
Una tomografía del cerebro puede ayudar al médico a descartar una condición médica curable.
La enfermedad de Alzheimer o la demencia de cuerpos de Lewi y la demencia vascular pueden presentarse al mismo tiempo, lo cual hace más difícil que el médico pueda obtener un diagnostico definitivo.
Tratamiento
Aunque se trate de una demencia de tipo irreversible, se puede hacer mucho para tratar al paciente y ayudar a que la familia se adapte.
La persona con demencia debe estar bajo atención médica y puede consultar a un neurólogo, un psiquiatra o un geriatra (manejo multidisciplinario desde el dianostico inicial).
El médico puede tratar los problemas físicos y de conducta del paciente y responder a las múltiples inquietudes que éste o su familia puedan tener.
En el caso de algunas personas que se encuentren en la etapa inicial o intermedia de una demencia, se recomienda el uso de medicamentos como el donepecilo (Eranz), la rivastigmina (Exelon), la galantamina (Proneurax) y la Memantina (Akatinol) para posiblemente retrasar el empeoramiento de algunos síntomas de la enfermedad.
Los médicos afirman que es muy importante que las personas con demencia traten de prevenir otros agravantes como nuevos accidentes cerebrovasculares, traumas craneales, controlar la hipertensión y el colesterol, la diabetes y el tabaquismo.
Muchas personas con demencia no necesitan medicamentos para tratar los problemas de comportamiento. Pero para otros pacientes, los médicos pueden recetar medicamentos para disminuir la agitación, la ansiedad, la depresión o los trastornos del sueño que son problemas comunes en la conducta de las personas que sufren demencia.
El uso cuidadoso de los medicamentos recetados puede hacer que algunas personas con demencia se sientan más cómodas y que sea más fácil cuidar de ellas.
Los familiares y los amigos pueden ayudar a que las personas con demencia continúen sus actividades cotidianas, ejercicios físicos y contactos sociales.
A las personas que sufren demencia se les debe mantener al tanto de los detalles de su vida, como son la hora del día, dónde viven y qué está sucediendo en casa o en el mundo. Cualquier cosa que sirva para ayudar a la memoria puede ser apoyo en la vida cotidiana de los pacientes que se encuentran en las etapas iniciales de la demencia.
Algunas familias han visto que un calendario grande, una lista de las actividades diarias, notas sobre medidas de seguridad sencillas e instrucciones escritas sobre cómo usar ciertos artículos domésticos comunes resultan ser medios auxiliares muy útiles.
Consejos
Algunas sugerencias que se ofrecen son interesarse en alguna cosa, actividad o pasatiempo y participar constantemente en actividades que estimulen tanto la mente como el cuerpo.
El prestar cuidadosa atención al estado físico y al ejercicio puede ayudar mucho para mantener un estado mental sano.
Es importante limitar el consumo de bebidas alcohólicas porque el beber mucho puede con el tiempo causar daño cerebral permanente.
A muchas personas les resulta útil planificar sus tareas, hacer listas de lo que tienen que hacer, utilizar notas, calendarios y otras cosas que les ayuden con la memoria.
También es posible recordar mejor las cosas si mentalmente se las relaciona con otras cosas que tienen un sentido especial para uno, como puede ser un nombre familiar, una canción o los versos de un poema.
El estrés, la ansiedad o la depresión pueden hacer que la persona tenga mala memoria, aunque generalmente esta sea pasajera y cese cuando el estado de ánimo en cuestión desaparece.
No obstante, si ese estado de ánimo dura por mucho tiempo, es importante buscar la ayuda de un profesional.
El tratamiento puede incluir psicoterapia o medicamentos, o una combinación de ambas cosas.
En las personas sanas ocurren con la edad ciertos cambios físicos y mentales.
Aun así, se pueden evitar muchos dolores y sufrimiento si las personas mayores, sus familiares y sus médicos reconocen que la demencia es una enfermedad y no parte del envejecimiento normal.

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