miércoles, 14 de noviembre de 2012

PARA LOS QUE GUSTAN DE GRANDES CARROS


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A la gama crossover de Nissan ya la conoces más que de sobras. El juke elQashqai  y el Murano han pasado antes o después por nuestras manos, y la verdad es que siempre nos han gustado sobre carretera y en entornos urbanos. Pero lo cierto es que a pesar de sus supuestas capacidades todoterreno (lejanas, obviamente, a las de un Pathfinder, por ejemplo), nunca nos habíamos metido con ellos por un barrizal o un tramo rápido de tierra y grava.

Ayer Nissan quiso cambiar esta situación. Nos llevaron a una finca en las afueras de Madrid para poner a prueba las variantes de tracción total de sus tres crossovers. Presentes estaban el Juke 1,6 turbo de inyección directa, tracción AllMode 4x4i con Torque Vectoring, y cambio CVT, el Qashqai 1,6 dCi 130 caballos AllMode 4x4 y el Murano dCi 2,5 de 190 caballos con AllMode 4x4i.


Sistemas de tracción total

Nissan lleva desde la primera generación del X-Trail ofreciendo un novedoso sistema de tracción integral con diferencial central eléctrico. A diferencia de sistemas como los Haldex o el Torsen, el AllMode, como le llama Nissan, es un sistema de diferencial que reparte el par entre ambos ejes a base de acoplar o desacoplar unos embragues que están accionados por un sistema de electroimanes que aprietan o sueltan dichos embragues multidisco.


Diagrama del sistema más avanzado de Nissan de tracción total, equipado en el Juke

De esta manera se puede conseguir un funcionamiento mucho más rápido que el de un sistema Haldex, y se puede distribuir el par con mayor precisión en cada instante, con décimas de segundo de tiempo de respuesta, y con elementos que, a priori, deberían ser más fiables y de menor desgaste.

Este sistema ha ido poco a poco evolucionándose y ganando nuevos avances para seguir mejorando y mantenerse en la vanguardia.

El Qashqai que pudimos probar lleva la variante "más sencilla", el AllMode 4x4 "original", donde el reparto de par entre el tren delantero y el trasero está determinado por el giroscopio, las fuerzas G, la tracción disponible, la posición del volante y acelerador, la inclinación del vehículo, etcétera.

Sobre ese sistema, el Murano cuenta con el AllMode 4x4i, que agrega la distribución activa de par entre ambos lados del vehículo a través de los frenos. Es decir, emula las veces de un diferencial autoblocante en cada eje, frenando la rueda que menos agarre dispone, para enviar el par a la que más motricidad tiene.



El Juke va un paso más allá con el 4x4i con Torque Vectoring "auténtico". Usa un principio similar al del genial GT-R, al contar con un diferencial trasero electrónico, donde se sustituyen los planetarios por sendos embragues electromagnéticos que distribuyen activamente el par entre ambas ruedas posteriores. Esto sucede además de manera continuada, y no sólo cuando hay falta de par. De esta manera que consigue una distribución de par en constante variación que ayuda a empujar el coche hacia dentro de las curvas, mejorando su dinamismo de forma más que perceptible, y mucho mejor que con una emulación por medio de los frenos y el ESP de estos sistemas.

En marcha con el Qashqai

El Qashqai+2 es posiblemente la mejor variante de las probadas aquí, por relación tamaño, motorización, aptitudes y precio. En carretera, y como en otras ocasiones te hemos comentado, va sujeto, tiene pisada de coche "bueno" y un elevado aislamiento sonoro.



No es ágil y pasional cual deportivo de altas prestaciones, pero con el motor dCi de 130 caballos ofrece buenas cifras, una gama media llena de par para adelantar cuando lo necesites, y consumos que se quedan en unos escuetos 6,5 litros a los cien de manera sencilla, independientemente casi del conductor.

El espacio interior es algo de lo que ya te hemos contado en otras ocasiones: amplio, aunque si aprovechas las siete plazas te quedas sin maletero prácticamente. Es una buena solución y alternativa a un MVP, y puedes llevarte a la familia de vacaciones con el perro sin problema alguno, y sin dejarte el salario en combustible.

Obviamente tiene sus pegas, como un interior que no está a la misma altura de los alemanes en materiales o diseño, pero es "típicamente Nissan" este punto. La palanca de cambios es precisa y marcada en sus recorridos, pero se antoja algo dura, aunque con coches que apenas tenían 1.500 kilómetros este problema debería ir desapareciendo progresivamente.



Pero, ¿cómo se mueve fuera de la carretera? Pues nos llevamos una sorpresa muy positiva. Obviamente no es un todoterreno puro y duro, pero con el beneplácito de Nissan salimos "bastante duro" por los tramos, incluyendo pistas muy rápidas, otra más estrecha con baches pronunciados e incluso superficies algo más complicadas como barro y tierra muy suelta.

El Qashqai pasa por allá donde lo metes, y puedes ir rápido sin que parezca que vas a partir algo. La suspensión, firme en estabilizadoras y muelles para ir bien por la carretera, tampoco se convierte en necesariamente incómoda para ir por pistas, mientras que el balón de los neumáticos permite un aislamiento extra que no tendrías en un coche convencional.


El maletero del Qashqai ofrece buena capacidad si no usamos los siete asientos

El sistema de tracción total está ahí cunado lo necesitas, y como es completamente automático apenas te percatas de lo que está trabajando. En general te diré que me sorprendió como crossover. El Qashqai es perfecto si tienes una finca en el monte, o si te gusta hacer alguna pista o terreno algo complicado de cuando en cuando, pues te da esa accesibilidad a terrenos "raros" que con coches convencionales no te atreverías a probar.

Reitero: Si te va el todoterreno más duro será mejor que mires a un X-Trail o similar, pues son más capaces. Pero como compromiso pistas-carretera, el Qashqai es una excelente y amplia opción. Con la tracción total además tienes el plus de que si te nieva por carretera tendrás un extra de tracción, y el motor 1,6 dCi es más que suficiente para las necesidades de cualquier cliente medio del segmento C.

En marcha con el Murano

El Murano juega en otra división, es evidente. Más grande, más equipado, más refinado, pero con cierto aire estadounidense, (ese es su mercado principal), como se aprecia en proporciones y formas. Se va sentado claramente más arriba, y metido en pistas algo complicadas y estrechas se nota más pesado, torpe y duro de suspensión.



El motor diésel no está tan bien aislado como nos gustaría, y se deja escuchar en el habitáculo cuando aceleramos a fondo. Con 190 caballos tampoco es un misil, sino más bien un rodador de menor consumo que su hermano V6 de gasolina, que es el que "de verdad motiva", aunque su consumo resulte prohibitivo.


Sea como fuere, el Murano se abre paso por caminos y pistas sin mayor dificultad, aunque no es tan cómodo para ir por ellos como el Qashqai, y sus dimensiones evitan que lo podamos "colocar" fácilmente en pasos estrechos. Por carretera la historia cambia, y allí se siente confortable para tragar kilometradas, aunque nuevamente recalcaré que no es "la joya del dinamismo".




En marcha con el Juke

El Juke nos gusta desde que se presentó. Es feo, y al mismo tiempo atractivo. Tiene encanto, y la verdad es que en persona siempre gana respecto a las fotos. El 190 caballos de gasolina además tiene el aliciente de ser potente y de tracción total.

Te sientas más bajo que en sus dos hermanos, hasta el punto de que te da la sensación de estar a bordo de un compacto normal. Y digo bien compacto, pues aunque sobre el papel es un utilitario por espacio interior y por dimensión total de longitud, lo cierto es que en presencia interna y externa parece un coche del segmento C y no del B.



El habitáculo resulta sencillo, muy japonés, sin demasiadas concesiones estéticas más allá de "el depósito de moto" que preside su parte central. La visibilidad resulta buena, y el coche en carretera va mejor de lo que su altura y balón de neumático te hace pensar. Con el sistema de distribución de par inteligente el Juke se muestra ágil y divertido, con poco o ningún subviraje, aunque es duro de suspensión, para contener los movimientos de un centro de gravedad elevado.

Corre, pero la caja CVT nunca nos ha gustado. Cierto es que asociada a un motor potente como el de este caso no parece que resbale tanto como en otros coches donde la hemos probado, pero preferimos un cambio manual de toda la vida, o un secuencial, aunque sean menos eficientes energéticamente.



La sorpresa llegó al salir a las pistas. El Juke, por sus dimensiones y posición de conducción, así como por su sistema de tracción, te invita a abusar un poco más de él, metiéndolo por terrenos donde otros coches no se atreverían a pasar.

Como va duro de muelles, bota, y no es un todoterreno para hacer trialeras con él. Eso es obvio. Pero como coche "para todo", con el que meterte en un camino complicado, ir a esquiar, pasear por caminos al lado de playas, o ir a la finca del monte, es una excelente opción.

La pega es ya de sobras conocida: el espacio de las plazas traseras y del maletero queda lejos de los líderes de su segmento (un Fiat 500L, que tenemos muy reciente en la memoria ofrece mucho más espacio habitable dentro). Pero el Juke es "cool", y la verdad es que es de estos coches que no sabes por qué, pero que te gustaría tener.



El consumo del 1,6 de inyección directa es muy variable, y si te pones "a saco" con las prestaciones que puede dar, será difícil que no rondes los 10-11 litros, pero si conduces con más tranquilidad puedes hacer medias de 7. Con todo, me parece una buena alternativa "por la tangente" a un utilitario prestacional, tipo Corsa OPC, MINI Cooper S, Clio RS o Abarth Punto, para aquellos que quieren "algo distinto y diferente". No tiene sentido práctico, lo sé, y no va tan fino en carretera, pero es divertido de llevar e irracionalmente interesante.

Conclusiones

Mejor de lo esperado. En esa afirmación puedo resumir el contacto "todoterreno" con los crossover de Nissan. Lo cierto es que teniendo oportunidad de abusar de ellos (es decir, ir por caminos no asfaltados más rápido de lo que lo harán sus usuarios en toda su vida útil), puedo afirmar que ofrecen aptitudes camperas que me han sorprendido en positivo.



Sí, no son un SUV ni un todoterreno puro, pero es que incluso entre la gente que sale a pistas y a caminos, pocos son los que se meten en trialeras imposibles que exigen de reductora y bloqueos de diferencial. Para esos hay otros coches más aptos. Los crossover de Nissan, con tracción integral, te ofrecen ese extra de versatilidad y de "coche para todo", sin un precio que parezca tampoco exageradamente caro a cambio de lo que ofrecen:
  • Juke 4x4i 1,6 DiG-T 190CV CVT 4x4: 24.500€
  • Qashqai 1,6 dCi 130CV 4x4: 25.150€
  • Murano 2,5 dCi 190CV 4x4: 43.150€

Tal vez sea el Murano el más caro para lo que ofrece, pues por su precio se puede comprar una berlina mejor aislada, pero para ir a por un SUV equivalente (que no crossover), tendríamos que apostar por opciones más germanas, como un X3 o un Q5, que salen a igualdad de equipamiento claramente más caras (aunque también es justo reconocer que son más refinadas).



El Qashqai es el que mejor compatibiliza precio-equipamiento-producto. No es barato (son 25.000 eurazos, sí), pero a cambio de eso tienes un coche capaz, equipado, suficientemente potente, frugal, y capaz de rodar sobre carretera y fuera de ella.

El Juke, como comentábamos, es más un capricho que una compra lógica. Como tal se alinea en precio con el resto de coches del segmento B de aspiraciones deportivas y potencia similar

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