La alimentación en los más pequeños es un tema que debería preocupar a
toda la sociedad porque se trata de algo muy serio y te aseguro que va
mucho más allá de solo tener que prohibir dulces y golosinas.
El mundo en el que vivimos se ha vuelto laxo y relajado, las mamás
dejaron las cocinas para ir a trabajar y la comida rápida y la congelada
se hicieron parte de nuestras vidas dejando a un lado las verduras,
frescas y la comida realmente preparada en casa. Hoy todo esta casi
listo y es más fácil y rápido para todos consumir este tipo de
alimentos que encaja perfecto con nuestros ritmos de vida cada día más
ajetreados.
A lo que voy es; nuestros niños están creciendo con una alimentación
muy poco confiable, los alimentos procesados, que se ofrecen especiales
para niños vitaminados y llenos de colorantes y de productos químicos no
les darán la nutrición necesaria para desarrollarse sanamente y ser
personas fuertes, inteligentes y sobre todo sanas.
Siempre lo he dicho, la televisión y las campañas de los alimentos
tienen una finalidad diferente a la del consumidor que es convencer, no
quiere decir que todo sea verdad, y nosotros tomamos por cierto que
estos alimentos son nutritivos realmente y todas esas cosas que nos
dicen y lo peor es que alimentamos con eso a nuestros hijos.
Creando generaciones enfermas
Regresemos un poco en el tiempo, la comida se preparaba en casa de
principio a fin, no consumíamos alimentos pre cocidos o congelados y las
comidas rápidas eran solo de vez en cuando y no las había por todos
lados, se podían encontrar cereales y productos empaquetados pero no
constituían la base de nuestra alimentación, los niños eran alimentados
con productos frescos y preparados en casa y lo peor que podíamos comer
siendo niños eran dulces porque podían dañar nuestra dentadura. Nadie
hablaba de obesidad infantil ni existían tantos niños con cáncer y
otras terribles enfermedades, creo que es momento de hacer un alto y
pensar objetivamente. La alimentación del siglo XXI esta enfermando a
nuestros niños y a nuestras nuevas generaciones, esto debe parar.
No está todo perdido
La vida nos ha demostrado que hay que pagar un alto precio por tener
una vida llena de tecnología y vida fácil. Las nuevas generaciones
están pagando este precio muy alto, con niveles de obesidad y de
enfermedades nunca antes vistos en personas tan jóvenes. Creo que
estamos a tiempo de hacer algo, de cambiar conductas y reorganizar
nuestras vidas de tal forma que podamos dar una mejor alimentación a los
pequeños. Incluso preparar en casa los alimentos resulta mucho más
económico que la comida rápida o congelada.
Volver a la cocina después de conocer la magia de los hornos de
microondas, y la comida ya casi lista no debe ser cosa fácil pero todo
es cuestión de organizarse y dedicar un poco de tiempo para tener lista
fruta picada para el desayuno o verduras frescas para la comida.
La educación es importante
Si ya lograste recapacitar ahora falta la tarea más difícil, crear
conciencias verdes. NO es tan difícil, todo depende de cómo le
transmitas a los pequeños la importancia de la buena alimentación y que
ellos mismos vean la diferencia de los alimentos procesados y creados en
laboratorios y aquellos que crecen en la tierra, gracias al sol y al
agua. Si puedes tener un pequeño huerto en tu jardín será la mejor
educación que podrás ofrecer y siempre explicar de los riesgos que
existen de alimentarse de comida procesada. Obviamente la comerán de vez
en cuando pero depende de ti y de la educación que les brindes que se
alimenten sanamente cuando hayan crecido.
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