SANTIAGO.- “Cuando supe que se trataba de un infarto múltiple me tuve que empezar a preparar mentalmente. Todo fue muy sorpresivo. Lucho estaba muy activo y por eso su muerte nos ha golpeado a todos muy fuerte. Si yo estoy sufriendo, me imagino cómo debe sufrir su público”, dice la estrella chilena del vals peruano Palmenia Pizarro.
Su nombre está naturalmente vinculado al del astro peruano, pero curiosamente su inicio en la música no coincide con la figura del fallecido intérprete. “Cuando comencé a cantar valses no sabía de la existencia de Lucho Barrios. Lo hice porque mi padre me motivó, pero luego hicimos grandes giras en conjunto. Lo recuerdo de Iquique, de San Antonio. La última vez que lo vi fue en 2005, cuando tuvo una parálisis en Huasco. Le diie ‘Lucho, eso es el corazón, tienes que ver a un doctor. Lucho, no te vayas a Perú, quédate y te internas. Esta es tu tierra’”, recuerda Palmenia.
La cantante chilena lamenta que en el propio país de Lucho Barrios no se sepa con la dimensión correcta el peso específico del cantante, reconocido como el padre de la “canción cebolla”, melodramática y acentuadamente romántica.
“Con Lucho Barrios el vals y el bolero llegó hasta el Olympia de París. Creo que el Gobierno de Perú debiera hacerle un reconocimiento, pero ya está muerto. Ojalá en Perú supieran la estrella que tienen. Él era un hombre bueno, no era un hombre borracho. Tenía muy buenas costumbres pero creo que no se cuidaba lo suficiente”, concluye.
Germaín: más de cuarenta años juntos
"Estoy consternadísimo. Lo he sentido profundamente. Tengo una relación muy cercana con Lucho, más allá de la parte profesional, hemos sido muy amigos por más de cuarenta años. Estuve con él en noviembre, cuando estaba saliendo de la crisis que tuvo y en ese minuto parecía que le quedaba mucha vida por delante. Tuvimos un evento en Lima después de su convalecencia. Ahora me entero de su fallecimiento, estoy muy triste".
Germaín de la Fuente, voz inconfundible de Los Ángeles Negros y depositario de la tradición de Lucho Barrios en el sentimiento de la interpretación del bolero, acusó el golpe de la partida del peruano. "Era una persona muy cercana, totalmente diferente al resto del medio artístico. Le gustaba compartir con sus colegas, nunca hubo en él envidias, que es tan habitual en la familia artística. La primera vez que fuimos a Perú en 1970, él me llevo para arriba y para abajo. Él era una persona de muy buen trato, muy diferente a la mayoría".
El cantante chileno lo considera un referente musiacal. "Yo era seguidor de Los Panchos y Lucho Barrios estaba muy cerca de ellos. Él pasó a la historia, indudablemente. Ahora empieza el verdadero reconocimiento, porque muchas veces a las personas no se les reconoce en vida su real valía. En cierto modo con Lucho Barrios pasó eso. Como muchos de nosotros ha sido discriminado, está lo de la 'música cebolla', pero no tienen la misma expresión para referirse a Paul Anka, que canta 'pon tu cabeza en mi hombro', que son canciones súper románticas también".
Su nombre está naturalmente vinculado al del astro peruano, pero curiosamente su inicio en la música no coincide con la figura del fallecido intérprete. “Cuando comencé a cantar valses no sabía de la existencia de Lucho Barrios. Lo hice porque mi padre me motivó, pero luego hicimos grandes giras en conjunto. Lo recuerdo de Iquique, de San Antonio. La última vez que lo vi fue en 2005, cuando tuvo una parálisis en Huasco. Le diie ‘Lucho, eso es el corazón, tienes que ver a un doctor. Lucho, no te vayas a Perú, quédate y te internas. Esta es tu tierra’”, recuerda Palmenia.
La cantante chilena lamenta que en el propio país de Lucho Barrios no se sepa con la dimensión correcta el peso específico del cantante, reconocido como el padre de la “canción cebolla”, melodramática y acentuadamente romántica.
“Con Lucho Barrios el vals y el bolero llegó hasta el Olympia de París. Creo que el Gobierno de Perú debiera hacerle un reconocimiento, pero ya está muerto. Ojalá en Perú supieran la estrella que tienen. Él era un hombre bueno, no era un hombre borracho. Tenía muy buenas costumbres pero creo que no se cuidaba lo suficiente”, concluye.
Germaín: más de cuarenta años juntos
"Estoy consternadísimo. Lo he sentido profundamente. Tengo una relación muy cercana con Lucho, más allá de la parte profesional, hemos sido muy amigos por más de cuarenta años. Estuve con él en noviembre, cuando estaba saliendo de la crisis que tuvo y en ese minuto parecía que le quedaba mucha vida por delante. Tuvimos un evento en Lima después de su convalecencia. Ahora me entero de su fallecimiento, estoy muy triste".
Germaín de la Fuente, voz inconfundible de Los Ángeles Negros y depositario de la tradición de Lucho Barrios en el sentimiento de la interpretación del bolero, acusó el golpe de la partida del peruano. "Era una persona muy cercana, totalmente diferente al resto del medio artístico. Le gustaba compartir con sus colegas, nunca hubo en él envidias, que es tan habitual en la familia artística. La primera vez que fuimos a Perú en 1970, él me llevo para arriba y para abajo. Él era una persona de muy buen trato, muy diferente a la mayoría".
El cantante chileno lo considera un referente musiacal. "Yo era seguidor de Los Panchos y Lucho Barrios estaba muy cerca de ellos. Él pasó a la historia, indudablemente. Ahora empieza el verdadero reconocimiento, porque muchas veces a las personas no se les reconoce en vida su real valía. En cierto modo con Lucho Barrios pasó eso. Como muchos de nosotros ha sido discriminado, está lo de la 'música cebolla', pero no tienen la misma expresión para referirse a Paul Anka, que canta 'pon tu cabeza en mi hombro', que son canciones súper románticas también".
Douglas: a dúo con don Lucho
Uno de los cantantes románticos de una generación más reciente es Douglas, quien apareció hacia 1998 con un disco donde rendía tributo a Palmenia Pizarro, Zalo Reyes y, por supuesto a Lucho Barrios. “Yo quería tomar esas canciones y reponerlas para las nuevas generaciones. Cuando mi disco se hizo conocido la gente volvió a escuchar a don Lucho”, recuerda el chileno.
Douglas se enteró de la noticia al encender el televisor y la sorpresa fue mayúscula. “Lucho había estado cantando en el Día del Bolero hacía muy poco. Todo fue muy rápido y es muy triste. Yo tengo recuerdos muy bellos de él. Cuando lo conocí en un programa de televisión le preguntaron qué le parecía que un joven chileno hiciera versiones de sus canciones y él era muy amable, muy acogedor y muy cariñoso. Opinó que estaba muy bien”.
Después de ese episodio el cantante chileno coincidió en muchos escenarios junto al ídolo peruano. “Cantábamos mucho en el norte, porque Lucho era estrella en Arica. Hacíamos un gran dúo en ‘Me engañas mujer’, que salí espectacular. Me decía ‘cuando vayas a Perú, llámame’. Lo llamé y cantamos juntos allá también”
Uno de los cantantes románticos de una generación más reciente es Douglas, quien apareció hacia 1998 con un disco donde rendía tributo a Palmenia Pizarro, Zalo Reyes y, por supuesto a Lucho Barrios. “Yo quería tomar esas canciones y reponerlas para las nuevas generaciones. Cuando mi disco se hizo conocido la gente volvió a escuchar a don Lucho”, recuerda el chileno.
Douglas se enteró de la noticia al encender el televisor y la sorpresa fue mayúscula. “Lucho había estado cantando en el Día del Bolero hacía muy poco. Todo fue muy rápido y es muy triste. Yo tengo recuerdos muy bellos de él. Cuando lo conocí en un programa de televisión le preguntaron qué le parecía que un joven chileno hiciera versiones de sus canciones y él era muy amable, muy acogedor y muy cariñoso. Opinó que estaba muy bien”.
Después de ese episodio el cantante chileno coincidió en muchos escenarios junto al ídolo peruano. “Cantábamos mucho en el norte, porque Lucho era estrella en Arica. Hacíamos un gran dúo en ‘Me engañas mujer’, que salí espectacular. Me decía ‘cuando vayas a Perú, llámame’. Lo llamé y cantamos juntos allá también”
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