La que en un momento fue la semilla mágica para bajar de peso, oculta varias propiedades que pueden amenazar el organismo. Conoce aquí toda su verdad y los mitos que rondan en torno a su consumo.
Este producto natural, originario de
Indonesia ha causado polémica en el último tiempo entre médicos y
consumidores debido a sus beneficios adelgazantes. Incluso llegando a
cultivarse en Sudamérica, sus hojas y frutos han sido utilizados para
tratar varios trastornos como dolores de cabeza, náuseas, vómitos y los
síntomas al principio del embarazo.
Pero detrás de su curativa fórmula, la llamada nuez de la India
esconde efectos bastante tóxicos para el cuerpo. Junto a la ayuda de la nutricionista de Clínica Ciudad del Mar, Daisy Ruiz, revelamos todas sus verdades.
Conocida por su capacidad laxante, el verdadero efecto de la nuez de
la India es una acción purgante sobre el cuerpo. La deshidratación y la
pérdida excesiva de minerales, hacen que esta semilla provoque un
importante riesgo para la salud. Según Daisy Ruiz, esta alteración
“repercute sobre importantes procesos fisiológicos como la regulación de
los volúmenes en fluidos corporales, el mantenimiento del equilibrio
ácido-base y la regulación de la presión arterial, entre otros”. Sumado a
estos riesgos, una de las complicaciones más graves asociadas a su uso
podría manifestarse a nivel cardíaco, ya que el producto varía los
niveles de potasio, elemento fundamental para el funcinoamiento del
corazón, asegura la nutricionista.
Otra de las alarmas que se encendieron producto de la masificación de
la semilla, fue el hecho de que su uso regular u ocasional puede
ocasionar efectos tóxicos sobre el organismo. Esta toxicidad puede
producirse en mayor o menor medida dependiendo del organismo de cada
persona.
Se sabe que algunas pinturas y productos corrosivos contienen dentro de sus materias primas compuestos de la nuez de la india.
En diversas publicaciones la responsabilidad tóxica de la semilla se
ha atribuido a su composición química, basada en tres sustancias:
toxoalbúmina- afecta al sistema nervioso y los tejidos-, glucósidos
cardíacos -provoca alteraciones en los latidos cardíacos- y cianuro
-elemento venenoso que puede provocar efectos tóxicos muy importantes.
Estos compuestos serían en parte los responsables de los efectos tóxicos
de dicha semilla. Si bien esta toxicidad aún no ha sido totalmente
confirmada, aquellas personas que han sufrido intoxicación por el
consumo de la nuez de la india, ha presentado los siguientes síntomas:
- Bradicardia: latidos cardíacos lentos.
- Perdida excesiva de líquidos, sodio y potasio; por el efecto laxante que posee.
- Tensión arterial baja.
- Desmayos.
- Mareos.
- Náuseas.
- Vómitos.
¿PARA BIEN O PARA MAL?
Si bien se sabe que la semilla provoca una baja considerable de peso
en poco tiempo, la principal ventaja que posee, además de tener un
efecto laxante, es su contenido de ácidos grasos, entre ellos el oleico y
linoleico, importantes participantes de la respuesta inflamatoria.
Algunas de sus desventajas son los efectos que produce durante el
consumo que van desde meteorismo, hasta un constante dolor muscular.
Además produce dolor de cabeza debido a la deshidratación, cansancio y
fatiga debido a la perdida de potasio y sodio, producto de su efecto
laxante. Finalmente produce irritación intestinal, ya que se aumenta la
motilidad intestinal y esto puede inflamar la mucosa del intestino,
provocando dolor.
Sus efectos secundarios
Aunque en Chile su comercialización es ilegal, los síntomas que han
presentado quienes consumen la semilla, son patologías cardiacas por el
déficit de potasio, además de efectos negativos gracias a la presencia
de un compuesto químico llamado forbol. De ahí que la ingesta de esta
semilla en forma crónica o en cantidades importantes produce diarrea,
daño cardiaco, arritmias cardiacas, daño pulmonar, hepático y debilidad
muscular muy importante. La persona puede incluso caer en insuficiencia
respiratoria.
Contraindicaciones. Éstas van en relación a personas
que sufren de colitis o cualquier otra inflamación del tracto
gastrointestinal, incluyendo el llamado colón irritable, conocido en
inglés como IBS (Irritable Bowel Syndrome). Las semillas deben evitarse
en pacientes que sufren de cualquier trastorno de los riñones, hígado o
del corazón. Evite tomar las semillas durante el embarazo y lactancia,
ni se las dé a niños pequeños o personas de la tercera edad. Algunas
personas pudieran también ser alérgicas a las semillas de este árbol.
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