En una sociedad cada día más social, rodeados de redes sociales (menuda
redundancia), círculos de amistades amplios de uno u otro sexo, etc, se
le da más importancia a los celos. No es raro ver el perfil de alguien
que busca pareja y un rasgo muy común es que no soporta los celos.
Tampoco es raro ver a una pareja hablando tranquilamente hasta que a uno
de los dos le llega un sms al móvil y se observa una falta de confianza
y respeto por la intimidad de la otra persona. Celos...
El término celos hace referencia a una emoción que surge ante la
sospecha real o imaginaria de amenaza a una relación que consideramos
valiosa. Me gustaría resaltar de esta definición las palabras emoción y sospecha imaginaria. Recordemos
que una emoción es un proceso que implica factores subjetivos,
cognitivos, fisiológicos y conductuales. Y, sobre todo, lo importante de
cara a una celotipia, la sospecha imaginaria.
Desde un punto de vista puramente evolucionista, los celos son un
mecanismo adaptativo cuyo objetivo es garantizar la reproducción y
propagación de los propios genes. La principal amenaza para los hombres
es que su pareja tenga hijos con otro hombre, es decir, la infidelidad
sexual. Para las mujeres, el hecho de que su pareja se implique
emocionalmente en una relación externa puede poner en peligro los
recursos necesarios para la supervivencia de su descendencia, es decir,
la infidelidad emocional. No obstante hay que tener en cuenta el enfoque
cultural donde los celos se conciben en función de las normas sociales
existentes en una determinada cultura acerca de la propiedad sexual.
Esto quiere decir que si una mujer mantiene relaciones sexuales con otra
persona es porque está vinculada emocionalmente con ella. Las mujeres,
por otra parte, creen que si un hombre es infiel emocionalmente también
lo será sexualmente, pero no al revés, por eso perciben como más
estresante la infidelidad emocional.
Otros estudios recientes que se han hecho sobre este tema arrojan varios datos bastante interesantes:
- En relación con las características del rival, la reacción de celos se
genera cuando, mediante comparación social, son cuestionados frente a
un rival aquellos aspectos que son relevantes para el autoconcepto de la
persona (aspecto físico, estatus social, inteligencia, dinero,
poder...).
- Las mujeres sienten los celos con más intensidad y los hombres
perciben la infidelidad sexual como una amenaza a su autoestima.
(García-Leiva, Gómez-Jacinto y Canto, 2001).
Hasta aquí he expuesto lo que sería una conducta adaptativa, unos celos
normales. Vamos ahora con la psicopatología de los celos, celotipia o
celopatía, capaz de hacer tambalear los cimientos más sólidos de una
relación y hacer que llegue a su final.
En una pareja es importante respetar la intimidad y el espacio de cada
persona, sus necesidades y su salud mental. En los celos patológicos se
producen un conjunto de sentimientos relacionados con una situación de
rivalidad en la que la persona siente amenazada la posesión de algo
psicológicamente suyo y que le supone una amenaza a su autoconcepto
(sobre todo en personas inseguras y con una baja autoestima).
Dependiendo del grado en el cual se manifiesten pueden dar lugar a
alteraciones en la pareja (los interrogatorios se vuelven rutina y la
persona celosas lo controla todo de la pareja), discusiones,
dificultades en la comunicación, desestabilización, ruptura y lo que es
más grave, agresiones y homicidios.
La persona celotípica necesita, repito, necesita controlar los
movimientos de su pareja, opina que la otra persona peca de ingenuidad y
que le van a engañar, no soporta que su pareja salga solo o con sus
amig@s, arma una escena de celos sin motivo y cree saber más sobre su
pareja que ella misma. La persona se vuelve hipervigilante y tiene que
instigar a descubrir sentimientos, intenciones y artimañas, llegando al
final a esclarecer su verdad, una verdad absoluta para el o ella, y
totalmente ajena a la verdad real o a las explicaciones de su pareja..
Al final todo esto se torna en delirios, ideas delirantes que llevan a
una desconexión de la realidad, a sesgos mentales que implican procesar
la información de tal manera que todo lo que se piense va a ser
egosintónico (impulsos o ideas aceptables para el yo) con los
sentimientos de celos.
Desde las teorías del aprendizaje se postula que la celotipia queda
reforzada negativamente, es decir, los celos hacia la pareja generan
estrés, ansiedad y hasta depresión, que se ve reducida mediante
discusiones, interrogatorios, controles y conductas celotípicas (lo cual
refuerza este tipo de conductas, es como la persona que está estresada y
se toma una cerveza para apaciguar la ansiedad).
Por último añadir que la celopatía no depende de la pareja con la que la
persona está, esto quiere decir que a falta de tratamiento psicológico
importante, le pasará siempre y con cualquier pareja...
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