¿Eres una de esas personas que se enfurecen y estallan con los demás?  ¡Controla tu furia en vez de que ella te controle!. Una de las claves  para no caer en la garras del mal genio consiste en estar atenta a tus  primeras señales de aviso. 
Ira fuera de control 
Luis se enfada rápidamente y estalla ante un problema mínimo,  desencadenando una tormenta en un vaso de agua. A medida que se  enfurece, su voz comienza a elevarse. En casa, cuando discute con su  familia, sus gritos a menudo van acompañados de puñetazos en la mesa.  Quienes presencian ese "espectáculo" o son sus destinatarios no lo pasan  bien. 
Marisa también suele perder los estribos muy a menudo, sobre todo con  sus compañeros de trabajo, con personas cercanas e incluso ante algunos  desconocidos con los que se ve obligada a tratar. Está tan acostumbrada  a sacar a la luz su mal genio que ya no intenta controlarlo. Además le  resulta útil en muchas ocasiones, porque los demás acaban plegándose a  sus deseos. 
Muchas personas sufren a causa de los desplantes, palabras hirientes y  comportamientos hostiles de Luis y Marisa, a quienes les resulta más  fácil discutir que dialogar. Pero lo que muchos ignoran es que quienes  hacen gala sistemáticamente de un mal carácter, también sufren debido a  esa conducta. 
Un arma de doble filo 
"Recurrir al mal humor para controlar, manipular e intimidar a otras  personas, el objetivo oculto o inconsciente de muchos aficionados al  enfado y personas con escasa capacidad de aguante, suele ser un arma de  doble filo, porque el mal humor de estas personas realimenta su  insatisfacción vital", señala la asesora y experta en relaciones humanas  Viviana Goren. 
"Las personas con "mal genio crónico", por un lado se sienten  incomprendidas, porque quienes les rodean terminan por apartarse de  ellos y les demuestran su rechazo. Por otra parte, no saben salir del  atolladero en que se encuentran, lo cual a su vez realimenta su conducta  hostil y reactiva con los demás, y los aísla socialmente cada vez más",  señala la experta. 
Evita estallar 
* Mantente alerta ante los síntomas que tienden a  desencadenar tu reacción impulsiva, como hablar más rápido y alto, para  erradicar de raíz lo que te puede llevar a un conflicto y a un estallido  del mal genio. 
* Tus familiares, amigos y conocidos pueden  ayudarte, ya que ellos saben bien cuáles son los interruptores o botones  que encienden tu mal genio, ciertas actitudes, palabras, amenazas o  comportamientos ajenos, pero el circuito psicológico y emocional es tuyo  y no debes de olvidar que es tu responsabilidad controlarlo. 
* Párate en seco y cuenta hasta diez, cuando estés a  punto de estallar, es eficaz porque conseguirás aplacar la acción de la  adrenalina en el organismo. Después debes de inhalar y exhalar con  lentitud, lo que te ayudará a sosegar el estrés y la ansiedad. 
* Procura mantener la calma, porque una vez encendida la mecha de la reacción impulsiva y airada, es muy difícil apagarla. 
* Para calmar los nervios, también puede ser útil  contestar a los demás de forma controlada, evitando responder  sintiéndote herida, ya que sólo conseguirá ponerte en una actitud  defensiva y crear una situación aún más tóxica. 
No hay comentarios:
Publicar un comentario