Existen muchas clases de medicina no
tradicional, que incluye desde charlatanes que venden brebajes
"maravillosos" para cura de todos los males y pasando por la fitoterapia, el
naturismo, el herborismo, la acupuntura, etc., todas ellas
diferentes entre si y diferentes a la Medicina Científica Moderna, propia de la
Cultura Occidental. Nosotros aceptamos y respetamos cada una de estas
manifestaciones que en general tienen el mismo fin: la salud y
bienestar del ser humano.
Rechazamos por otro lado las doctrinas
dogmáticas, como sucede por ejemplo cuando el naturismo es llevado a
extremos fanáticos. Algunos naturistas atribuyen a la naturaleza el
poder de curar todos los males, sin emplear drogas, operaciones quirúrgicas,
radiaciones, laser y otros adelantos de la ciencia moderna.
Creen que la fuerza vital del organismo
se dirige a la auto-preservación y que estimulado por las hierbas
medicinales u otros elementos, produce sus propias armas defensivas
logrando así la autocuración, sin interferencias de lo que
consideran venenos y que gran parte de la humanidad incluye en sus
dietas y tratamientos medicinales.
Los tratamientos naturistas, incluyen
ayunos, aire puro, ejercicios y una dieta natural planificada,
generalmente vegetariana y libre de aditivos artificiales,
fertilizantes químicos, insecticidas, etc. Este régimen de vida,
evidentemente contribuye a la buena salud. Pero cuando los naturistas
tratan de curar p.ej. una enfermedad genética u otras
producidas por microbios, bacterias o virus, en
algunos casos incurables por la medicina, evidentemente entran en un terreno peligroso y
el éxito es dudoso y el resultado generalmente es desastroso.
El herborismo, una subdivisión del
naturismo, existe desde los tiempos mas remotos. Hace mas de 5,000
años los chinos ordenaron y clasificaron las hierbas medicinales en el
Pan Tsao o Gran Herbario Chino. Hipócrates, padre de la medicina
moderna, formuló cuatrocientas recetas para el uso de las plantas
medicinales.
En la Edad Media, el valor curativo de
las plantas se vio influido por dos nuevos factores: la magia y la
astrología. (P.ej. la planta debía ser sembrada por la persona
indicada, arrancada a cierta hora, bajo la influencia de cierta
estrella, etc.)
En el Siglo XVIII, la ciencia
basada en la observación y demostración comenzó a imponerse y muchas
de las supersticiones antiguas fueron dejadas de lado, entre ellas
las relativas a las plantas medicinales y estas también pasaron al
olvido.
En el Siglo XIX, la Ciencia comenzó a
desplazar definitivamente al herborismo. El vertiginoso avance de la
industria química y farmacológica en la segunda mitad del Siglo XX,
fue el factor decisivo para que las drogas
sintéticas se conviertan
en elementos imprescindibles de la medicina moderna y compañeras
inseparables del hombre actual.
En casi todos los casos, los elementos
activos fueron descubiertos en estado natural, generalmente en alguna
planta. La química moderna se encarga de sintetizarlo, reproducirlo
artificialmente, dejando de lado la fuente natural.
Cada vez con mas frecuencia, se
presentaban una serie de contraindicaciones y efectos indeseables,
lo que no sucedía al usar los remedios en su forma natural. Por este
motivo, el hombre está volviendo su mirada hacia las fuentes
naturales y hoy los bosques y selvas tropicales son fuente
inagotable de nuevos descubrimientos médicos.
Los conocimientos populares, muchas
veces transmitidos de padres a hijos o formando parte de ritos de
brujos y hechiceros, son hoy fuente de estudio de la medicina
moderna en busca de "nuevos" conocimientos y medicamentos más
efectivos con menos efectos secundarios.
No todos saben por
ejemplo, que de una planta
llamada Digital o Dedalera se extrae la digitalina, eficaz remedio contra
los males cardiacos (descubierta en Inglaterra por W. Withering en
1775) o que de la Rawolfia, originaria de la India, se extrae un
principio activo llamado reserpina que controla la hipertensión de
millones de personas en todo el mundo. y que la conocida
aspirina se extraía originalmente de la corteza del no menos conocido
Sauce. En el Siglo XVII se trataba el reumatismo con un cocimiento
de esta corteza.
En este mismo instante, mientras Usted
lee estas líneas, en muchos lugares recónditos de la selva de América
del Sur, del Congo o de la India, varios cientos de expertos
botánicos recolectan variedades desconocidas de plantas medicinales y
las envían a los laboratorios de investigación científica. Dentro de
pocos años, como resultado de este esfuerzo, aparecerán en el mercado
nuevas drogas contra muchas enfermedades, hoy catalogadas como incurables.
La medicina natural, en las mas
variadas formas, tiene actualmente un auge sin precedentes en todo
el mundo. Aparte de los tradicionales herbolarios, invaden el
mercado variedad de cápsulas, pastillas, jarabes, infusiones en
bolsitas filtrantes, etc., preparados a base de hierbas
medicinales.
Es posible que en el Siglo XXI,
una nueva Ciencia Médica y Farmacológica, que incluya todas las
alternativas dispersas actualmente con diferentes nombres por el
mundo, será la que definitivamente logre vencer las
enfermedades y brinde al ser humano una vida mas placentera y
prolongada. Para lograr este objetivo, lo esencial es encarar
estas investigaciones libres de ideas preconcebidas sobre la validez
de tratamientos que hoy pueden parecer absurdos.
En este libro, hemos querido
recopilar, ordenar y clasificar gran parte de estos conocimientos
sobre las bondades de las plantas y otros productos naturales.
El mercantilismo, no siempre con buena
intensión y llegando algunas veces al fraude desvergonzado y
peligroso, nos informa muy poco generalmente sobre las plantas
medicinales que tenemos al alcance de la mano, en nuestro huerto y
en el parque o chacra cercanos.
La finalidad fundamental al escribir
este libro ha sido poner a vuestro alcance en una forma sencilla,
ordenada y debidamente clasificada, todos estos conocimientos,
incluyendo los últimos adelantos científicos, para que les sirvan de
beneficio sin interesar las creencias e ideologías de cada uno.
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