Si hay una cosa que define a Mario  Vargas  Llosa es su vocación de escritor y un ejercicio fiel a ese  propósito,  a lo largo de toda su vida. Una vocación que, como confiesa  en sus  memorias El pez en el agua (1993), surgió casi como una  rebelión  contra la autoridad paterna y pronto se convirtió en la  temprana  certeza de que su destino estaría marcado por el ritmo del  tableteo  de una máquina de escribir. Nacido en la ciudad peruana de  Arequipa,  en 1936, Mario Vargas Llosa no conoció a su padre hasta los  diez  años. Sus padres habían estado separados desde su nacimiento  y el  episodio del reencuentro afectó de forma definitiva el destino  de este  niño que no quería cambiar los mimos de su madre  por una férrea  disciplina. Esta circunstancia le hizo descubrir  pronto algo que él  mismo suele considerar como segundo gran móvil  de su existencia: el  ansia de libertad. 
Unos años más adelante reflejaría  magistralmente esos conflictos en la novela que lo dio a conocer  internacionalmente,  La  ciudad y los perros, con la que ganó el Premio Biblioteca Breve  y el de la Crítica, en España, en 1963. 
Las primeras experiencias con la   escritura fueron para  Vargas Llosa las de un reportero precoz que se  inicia como columnista en  varios periódicos locales de Lima y de Piura,  apenas terminado el  colegio. Convencido de que el suyo es el mundo de  las palabras, vuelve  a Lima para estudiar Letras y Derecho, en la  Universidad de San Marcos,  en 1953. Escribía ya entonces cuentos “con  gran inseguridad y mucho  esfuerzo”, como ha explicado el autor en  diversas ocasiones, y empezó  a publicarlos en varios periódicos. 
Poco después entabla una relación   amorosa  con su tía política, Julia Urquidi, con quien se casa en  1955 y  viajan juntos a Europa en busca del terreno que consideraba más   estimutante para su ya clara carrera de escritor. 
Mencionar estos datos biográficos   tiene el interés  de que todos ellos han contribuido en gran medida en  las tramas,  personajes  y argumentos de algunas de sus grandes novelas,  como La casa verde (1966),  ambientada  en la atmósfera sórdida y sorprendente alrededor  de un burdel de Piura; Conversación en La Catedral (1969)  que recrea la opresión de la dictadura de Odría en los ambientes  estudiantiles, y La tía Julia y el escribidor (1977), una  polémica ficción autobiográfica sobre su primer matrimonio. 
Mario Vargas Llosa llegó a España  en  1958  con una beca de estudios. Pero su meta era París, y fue allí   donde se instaló un año después. Tras seis años  en esta ciudad y ya  separado de Julia Urquidi, Mario Vargas Llosa se  casa  en Lima con su  prima Patricia Llosa, en 1965, y con ella emprende de  nuevo  el viaje a  Europa. París, Londres y Barcelona fueron, hasta 1974,  sus lugares de  residencia. El autor aún prefiere hoy el anonimato  que le ofrece  Londres para proseguir con su puntual tarea de escribir. 
Vargas Llosa sigue además  ejerciendo  como crítico  literario, columnista de prensa y autor  teatral. Algunos de sus más  apreciados libros en este campo son los  análisis literarios, Gabriel  García Márquez: historia de un deicidio (1971), La  orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary (1975) y Carta de  batalla por Tirant lo Blanc (1991); las colecciones de artículos,  Contra  viento y marea y Desafíos a la libertad (1994), y su  libro de memorias El pez en el agua (1993). 
En la actualidad , tras su   participación como candidato  a la presidencia de Perú en 1990, Vargas  Llosa se dedica plenamente  a la literatura, que compagina eventualmente  con los artículos que  publica en El País. 
Entre las más importantes   distinciones que ha recibido,  sólo entre las concedidas a la literatura  en lengua española,  figuran el premio Rómulo Gallegos (1967); el  Príncipe de  Asturias (1986), compartido con Rafael Lapesa el Planeta  (1993), con la  novela Lituma en los Andes y el Cervantes (1994). 
Nacionalizado español en 1993,  Mario  Vargas Llosa  suma desde enero de 1996 su actividad como escritor  plural a la de  académico  de la Lengua, donde ingresó con un discurso  sobre Azorín.  Su presencia en España es cada día más habitual.
Premios y distinciones
En 1959 gana el Premio Leopoldo  Alas por Los  Jefes. 
En 1962 obtiene el Premio  Biblioteca Breve con  su obra La ciudad y los perros. Con esta misma novela obtiene en  1963 el Premio de la Crítica Española y el segundo  puesto del Prix Formentor. 
En 1967 obtiene los premios Nacional  de Novela del  Perú, el Premio de la Crítica Española y  el Rómulo Gallegos por su novela La casa verde. 
En 1977 es nombrado miembro de la Academia  Peruana  de la Lengua y ocupa la Cátedra Simón Bolívar de la Universidad de Cambridge. 
En 1982 recibe el Premio del  Instituto Italo Latinoamericano de Roma. 
En 1985 gana el Premio Ritz París  Hemingway por su novela La guerra del fin del mundo. 
En 1986 gana el Premio Príncipe de  Asturias  de las Letras. 
En 1988 recibe el Premio Libertad (Suiza) otorgado  por la Fundación Max Schmidheiny. 
En 1989 recibe el Premio Scanno (Italia)  por su  novela El hablador. 
En 1990 gana el Premio Castiglione de Sicilia (Italia)  al mérito a su obra novelística y es nombrado Profesor  Honoris Causa de la Universidad Internacional de Florida en Miami. 
Es también Doctor Honoris Causa de   la Universidad  Hebrea de Jerusalén, del Connecticut College en  Estados Unidos,  del Queen Mary College, de la Universidad de Londres y  de la Universidad  de Boston. 
En 1993 obtiene el Premio Planeta por  su novela  Lituma  en los Andes. 
E1 24 de marzo de 1994 es elegido miembro  de la Real  Academia Española de la Lengua. 
En 1994 le fue otorgado el Premio  Literario Arzobispo  San Clemente de Santiago de Compostela por Lituma en los Andes. 
En 1995 le fue concedido el Premio  Jerusalén. 
En 1996 el Gremio de los libreros  alemanes le otorga el  Premio  de la Paz. 
En abril de 1997 se le otorga el Premio  Mariano de  Cavia, que concede el diario ABC, por su artículo «Los  inmigrantes», publicado en El País. 

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