lunes, 28 de febrero de 2011

WilliamShakespeare


William Shakespeare (1564-1616)
William Shakespeare (Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido c. 26 de abril de 1564 jul. - ibídem, 23 de abril jul./ 3 de mayo de 1616 greg.) fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Conocido en ocasiones como el Bardo de Avon (o simplemente El Bardo), Shakespeare es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal. La New Encyclopædia Britannica, señala que "muchos lo consideran el mayor dramaturgo de todos los tiempos. Sus piezas [...] se representan más veces y en mayor número de naciones que las de cualquier otro escritor".
Las obras de Shakespeare han sido traducidas a las principales lenguas y sus piezas dramáticas continúan representándose por todo el mundo. Además, muchas citas y aforismos de sus obras han pasado a formar parte del uso cotidiano, tanto en el inglés como en otros idiomas. Con el paso del tiempo, se ha especulado mucho sobre su vida, cuestionando su sexualidad, su afiliación religiosa, e incluso, la autoría de sus obras... Sus obras son:
Troilo y Cresida
Se dice que Shakespeare escribió Troilo y Crésida en un momento en que la sátira estaba de moda en el teatro isabelino y, por tanto, en un intento de mostrar que era tan capaz de escribir en esta vena como sus contemporáneos. Sin embargo, esta obra no encaja en las categorías genéricas tradicionales, no permite determinar fácilmente la intención del autor e incluso se presta a interpretaciones éticas enfrentadas. La historia de amor de Troilo y Crésida es un añadido medieval a la historia del sitio de Troya que Homero contó en su Ilíada. Shakespeare combina dos arquetipos literarios, la caída de Troya y la infidelidad de Crecida, junto con personajes clásicos como Helena, Aquiles, Héctor o Ulises. En ella se enfrentan los ideales amorosos y caballerescos con la dura realidad, y este contraste sirve a Shakespeare para desmitificar a los héroes y las glorias bélicas, cuestionar las verdades absolutas, relativizar los valores y revelar, du un modo casi existencialista, los límites de las aspiraciones humanas. Más que ningún otro drama de Shakespeare, Troilo y Crésida es un descubrimiento del siglo XX, pues las realidades que expones y satiriza han sabido hablarle en nuestro tiempo a un público que está de vuelta de héroes, guerras e ilusiones infundadas.

Mucho ruido y pocas nueces
Lanzada de nuevo a la popularidad por la versión cinematográfica que de la obra hiciera en 1993 el actor y director Kenneth Branagh, Mucho ruido y pocas nueces, compuesta en 1598, fue ya en su día una de las comedias más celebradas de William Shakespeare (1574-1616). Situada en su mayor parte en un amable marco de jardines, aposentos y fiestas cortesanas, la obra gira principalmente en torno a dos fuertes personajes enfrentados, Benedicto de Padua y Beatriz, adversarios irreconciliables y ambos tan ingeniosos, mordaces y sarcásticos como desdeñosos del amor. A lomos de una trama animada por los equívocos, las traiciones y los imprevistos, los enemigos jurados acaban sin embargo, para su propia sorpresa, en aquel lugar a donde se prometieron nunca ir a parar y, lo que es más, en la compañía para ellos más insospechada.
El sueño de una noche de verano
El sueño de una noche de verano fue escrita como divertimento en las nupcias de nobles de la Corte de Isabel I. Shakespeare utilizó una cantidad de fuentes, magistralmente manipuladas desde las Metamorfosis de Ovidio a los Cuentos de Chaucer. El dramaturgo funde esas influencias en un texto donde se presenta el amor en el matrimonio como fuente de conflictos para alcanzar el poder político. Las alegres comadres de Windsor es una obra de comicidad y desenfado en la que los espectadores pueden reconocer los arquetipos de aquella Corte londinense.

Hamlet
La tragedia de Hamlet traza el admirable retrato de un legendario príncipe de Jutlandia, soñador, contemplativo, sumido en dudas e irresoluciones, que, obligado a esclarecer los motivos que llevaron a la muerte de su padre, sucumbe ante la fatalidad de las circunstancias. Su locura no es sólo, al modo tradicional, una ficción y una coartada, sino que se convierte en modo de ser y en visión del mundo. Su ambigüedad, su ambivalencia y su desorientación lo aproximan notablemente a la sensibilidad de nuestra época. Poblada, como señala en su prólogo Vicente Molina Foix, por una abundante y compleja galería de personajes «secundarios», la obra ha gozado de una constante vigencia a lo largo del tiempo, que ha hecho que se incorporen al lenguaje común numerosas expresiones de la obra («ser o no ser», «palabras, palabras, palabras», «lo demás es silencio») que han llegado a hacerse emblemáticas.

Otelo
Dentro de la amplia galería de personajes que a lo largo de las obras de William Shakespeare (1564-1616) encarnaron las más universales y comunes pasiones que mueven la naturaleza humana, Otelo ha pasado a representar el hombre destruido por los celos. Sin embargo, a pesar de que, popularmente, permanezca este rasgo en la memoria colectiva como el más famoso de la obra, éste es tan sólo el pico visible del tema crucial y más general ?como señala en su iluminador prólogo Vicente Molina Foix? de la misma: la desconfianza. Movida por este veneno que se esparce por sus diálogos e impregna las relaciones entre parejas, entre hombres y mujeres, entre jefes y subordinados.

El mercader de Venecia
En la obra de Shakespeare, la inteligencia privilegiada, la inventiva y la genialidad cabalgan a la par, aunadas a un magistral dominio de la técnica teatral, un poder creativo de relevantes caracteres y una dúctil variedad con sentido de adaptación a los gustos del público, circunstancias históricas y corrientes literarias de su época.
Todo ello conduce a calificar merecidamente al teatro shakesperiano con el indiscutible atributo de universalidad.
El mercader de Venecia gira en torno al judío Sylock y sus feroces pasiones, y los personajes y sentimientos en juego son tan actuales como hace cuatrocientos años.
Coriolano es una tragedia ambientada en los primeros siglos de Roma. Su trama se centra en el carácter del protagonista, sus prejuicios y las luchas sociales de su época.
William Shakespeare nos introduce en El Mercader de Venecia, en aspectos históricos, culturales y sociales de la Inglaterra de la época: la discriminación racial hacia los judíos, la discriminación sexual hacia la mujer, la sospechosa legalidad de algunas acciones humanas, la venganza y el perdón, la represión religiosa, las diferencias entre las clases sociales.
El tema principal de la obra, el odio que el judío Sylock siente hacia Antonio, refleja el antagonismo entre las religiones judía y cristiana.
Lo que Shakespeare quiso destacar con esta obra es el triunfo de los verdaderos sentimientos humanos, como el amor y la tolerancia, por encima de la religión o la condición social de las personas. Su recomendación sigue siendo necesaria cinco siglos después.

Macbeth
Macbeth es junto con Hamlet, la tragedia más profunda que se haya escrito jamás. Es la realidad del hombre codicioso y su destino.
Según cuentan los biógrafos, fue estrenada ante la corte de Jaime I en 1606, con motivo de la visita del Rey de Dinamarca Cristian IV.
La obra dividida en cinco actos comienza con el presagio de las brujas que nombran a Macbeth señor de Glamis, de Caudor y futuro rey.
Cumpliéndose el vaticinio de las brujas, acepta su destino. Sin embargo, su espíritu enviciado no puede detener su ambición y comienza a proyectar la muerte del rey.
Adelantarse al destino, vender el alma a las brujas, que por aquel entonces eran perseguidas por los reyes de Inglaterra y castigadas violentamente, era aceptar un destino trágico.
La muerte, el asesinato del rey planeado por Macbeth se lleva a cabo en su casa. Y la muerte deberá ser silenciada con la muerte.
La razón moderna queda obnubilada por el presagio de las brujas, que pasan a dominar el alma del personaje.
Los verdaderos personajes de la obra son las brujas. Ellas dominan y marcan el ritmo de la tragedia. Son las responsables de establecer los núcleos narrativos de la obra.
Macbeth es la más vehemente, la más concentrada y, quizá, la más tremenda tragedia de Shakespeare, afirma uno de los mayores estudiosos de su teatro. Junto con Romeo y Julieta, Otelo, Rey Lear y Hamlet esta pieza constituye uno de los monumentos imperecederos de la dramaturgia de todos los tiempos.
Es una tragedia sombría, cargada de presagios y alucinaciones, de crímenes y conjuros, un texto donde se unen indisolublemente el debate moral y la magia del lenguaje.
"Macbeth, como dice su consorte, quiere ser grande, tiene ambición, pero sin la perversidad que debe acompañarla: su naturaleza está demasiado nutrida por la leche de la conmiseración humana para ir por un objeto hasta su objeto. Ansía a toda costa lo grande, y lo quiere santamente, pero aunque le repugna jugar con ventaja, quiere ganar incluso sin tener razón."

Romeo y Julieta
Eterno símbolo del amor que brota incontenible contra toda fuerza opuesta, Romeo y Julieta dramatiza una leyenda popularizada en el Renacimiento por incontables relatos italianos, franceses e ingleses, en prosa y verso, pero que apenas sería hoy recordada si no hubiera inspirado esta primera gran pieza teatral de Shakespeare, donde resabios de la lucha feudal y destellos cómicos de sirvientes y camaradas se entremezclan magistralmente con el más bello canto al amor.
Romeo y Julieta es una de las obras más populares de Shakespeare; la desgraciada historia de los amantes de Verona ha trascendido la literatura para situarse en el terreno de lo legendario y de lo mítico.
En medio de la lucha entre familias rivales, dos personajes juveniles viven un amor tan apasionado como imposible. La reconciliación llegará tarde, cuando ya se ha consumado la tragedia.
La traición, la lealtad, el odio, los celos, la pasión, son algunos de los temas que William Shakespeare llevó a las tablas permitiendo a sus personajes la libertad de elegir entre los caminos posibles, para luego atenerse a las consecuencias de su proceder.
Escrita en cinco actos, Romeo y Julieta expresa de modo insuperable el mito del amor romántico arquetípico en la civilización moderna.
Cimbelino
Cimbelino es una de las grandes obras del periodo final de William Shakespeare. La obra fue ya en su momento una de las preferidas de grandes escritores como Bernard Shaw (que incluso rescribió la obra en su delicioso Cymbeline refinished ), Tennyson o Lytton Strachey. Recientemente redescubierta por la crítica anglosajona, en ella Shakespeare despliega ya los recursos de los que se sirvió para sus otras dos obras de suprema madurez: La tempestad y el Cuento de Invierno . Las tres juntas forman el grueso de los llamados romances shakespereanos, obras novedosas en las que experimenta con nuevos recursos y formas dramáticas. En Cimbelino observamos el gusto por la sofisticación y los alardes imaginativos llevados al extremo: el artificio teatral en su forma más gozosa. Ambientada en una Britania prerromanizada vagamente irreal, las convenciones del cuento de hadas, las intrigas por el poder y el tema eterno de los celos y la fidelidad amorosa se entretejen con virtuosismo genial hasta llegar al verdadero gran finale de la última escena: en sólo cuatrocientos versos se suceden en ella más de veinte revelaciones de identidad y escenas de reconocimiento. Pero antes, los personajes (y el espectador/lector con ellos) habrán presenciado prodigiosas apariciones divinas, visitas de fantasmas, envenenamientos y batallas. Preside todas las peripecias la hermosa figura de Imogenia, princesa de Britania, que sobresale por derecho propio en la soberbia galería de personajes femeninos imaginados por Shakespeare y que para Wordsworth era, ni más ni menos, «la mujer por encima de todas las mujeres de Shakespeare». Traducida al castellano por primera vez de forma íntegra y en verso, quien la lea disfrutará y se divertirá tanto con ella como adivinamos que el propio Shakespeare hizo al escribirla.

Las alegres casadas Windsor
Las alegres casadas de Windsor se destaca dentro del corpus shakesperiano por su estructura y ciertos rasgos innovadores. Las dos "casadas", Alice y Margaret, inauguran la tradición de las mujeres comunes como fuerza impulsadora de la comedia social, capaces de cambiar - y controlar - el curso de los acontecimientos con acciones domésticas, íntimas y pragmáticas.  De hecho, Las alegres casada... es la primera comedia inglesa que no se desarrolla en el ocioso y sofisticado entorno de la aristocracia, sino el de la ascendente clase media - a la que pertenecía el propio Shakespeare- , y refleja con realismo algunas preocupaciones de la burguesía: el dinero, la educación, el poder comunitario.

"No es impertinente deducir que hay ciertas bases autobiográficas en Las alegres casadas... , obra en la que Shakespeare probablemente toma revancha por uno o dos agravios recibidos"

Medida por medida
La obra transcurre en Viena, donde el duque que gobierna la ciudad quiere retirarse durante un tiempo y nombra como su representante a Ángelo, pero en realidad se disfraza de fraile y se dispone a observar la actuación de éste. En estas circunstancias, un joven llamado Claudio es detenido por un delito de 'lujuria' y es condenado a muerte conforme a una ley antigua de la ciudad, que Ángelo quiere imponer de manera inflexible. Isabel, hermana de Claudio, novicia de hermosa presencia, suplica a Ángelo que le perdone la vida. Éste, encendido en deseo, acepta conmutarle la pena a condición de que ella se la entregue. Ante esta proposición, Isabel, muy hostil al sexo, se niega obligando al duque a intervenir.

La tempestad
La tempestad está considerada como la invención más sincera y original de Shakespeare. Es también la «summa» de su cultura acumulada a través de los años, y sobre todo de su experiencia teatral. Es ante todo un experimento en el ámbito del espectáculo: explota, deliberadamente, como ninguna otra obra precedente, los recursos y trucos de escena y hace del elemento musical y de todos los efectos sonoros una estructura que recorre la obra. La figura de Próspero se contempla esencialmente en «La tempestad» en su contexto natural que no es sino teatral. Su magia, su arte, son una reflexión sobre el arte del dramaturgo. Metateatro y psicodrama jugando sobre una serie de sugerencias que inducen a los personajes a autorrevelarse y a la vez a reconocerse como parte de una inteligencia más amplia que los incluye, como parte del diseño con el que el mago-dramaturgo se explica a sí mismo.

Trabajos de amor perdidos
La obra comienza con el rey de Navarra y tres nobles compañeros, Berowne, Dumaine, y Longaville, jurando dedicarse a tres años de estudio, y renunciando al disfrute de placeres carnales y a la compañía de las mujeres. Uno de ellos, Berowne, se niega a considerar el pacto con seriedad, y discute sobre los méritos del amor sensual, mas tras ser ordenado por el monarca, decide aguantar. Berowne le recuerda al rey que la princesa de Francia tenía concertado un encuentro con él, para negociar la rendición de Aquitania. Éste –el rey – se reúsa a dialogar con aquella y su séquito (que incluye a tres amorosas damas) en la corte, obligándoles a acampar en una zona distante. Más tarde, en el encuentro, el monarca y sus amigos se entrevistan con la princesa y sus acompañantes, y cada cual se enamora de las señoritas en cuestión.
La trama principal se complementa con otras historias cómicas de menor relevancia. Un impresionante caballero español, Don Adriano de Armardo, hiere a una joven campesina, Jaquenetta, asistido por Moth, su astuto paje, y Costardo, un patán. Encontramos asimismo a dos académicos pedantes, Holofernes y Sir Nathaniel, que suelen hablarse el uno al otro en latín básico. En el último acto, los personajes cómicos representan un torpe desfile en un intento por satisfacer a los nobles, del mismo modo que los mecánicos interpretan una obra bárbara para la corte, en el final de El sueño de una noche de verano.
Al cierre de esta actuación temperamental, los hechos de pronto adquieren un lado nefasto. Llegan noticias de que el rey francés ha fallecido y que su hija debe regresar para tomar su lugar en el trono. Los nobles prometen ser fieles a sus parejas, pero éstas, desconfiadas de su ardor juvenil, exigen que esperen un año para demostrar si son cumplidores de su palabra. El desenlace pues, termina sin bodas, lo que era inusual en el estilo de la comedia isabelina. Hay pruebas que indican que Shakespeare debe haber escrito una continuación, llamada Trabajos de amor ganados, que se ha perdido.

La comedia de las equivocaciones
Egeonte y Emilia tuvieron gemelos el mismo día que un matrimonio pobre tuvo los suyos. Egeonte tomó a éstos últimos gemelos para que cada hijo suyo tuviera su propio criado. En un desafortunado viaje un naufragio los separa, Egeonte con uno de sus hijos y uno de los niños-criado por un lado, Emilia por otro y el resto de la familia terminará en Éfeso.
Así perdieron el contacto durante varios años hasta el día en que Antífolo y Dromio de Siracusa llegan a Éfeso para ir en busca de su hermano Antifolo y de su madre Emilia; y comienzan a ser confundidos con Antífolo y Dromio de Éfeso tanto por la población de la ciudad como por su mujer y cuñada e incluso entre ellos mismos cuando coinciden un Antífolo de una ciudad con un Dromio de la otra.
Así transcurre toda la obra, entre inverosímiles y extrañas situaciones.

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