Una adicción es una enfermedad física y psicoemocional, según la Organización Mundial de la Salud. En el sentido tradicional es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación (codependencia). Está representada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y éstos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y/o para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos). A diferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son “dependencias” que traen consigo graves consecuencias en la vida real que deterioran, afectan negativamente, y destruyen relaciones, salud (física y mental), además de la capacidad de funcionar de manera efectiva.
En la actualidad se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como por ejemplo puede existir, adicción al sexo,al juego (ludopatía), al alcohol, al consumo de drogas, a la pornografía, a la televisión, a las nuevas tecnologías (tecnofilia), a la práctica obsesiva de ejercicio, etc.
En esta entrada, tratamos más específicamente la adicción al juego. Se estima que es España unas 500.000 personas sufren serios problemas con el juego y que aproximadamente 800.000 manifiestan síntomas relacionados con la ludopatía.
Aunque el término “juego” alude entretenimiento y diversión, cuando se constituye como algo adictivo es una enfermedad (y no un vicio, cómo algunos refieren). Muchas personas llegan a perder lo más significativo de sus vidas por culpa de su dependencia (familia, amigos, empleo, dinero, ahorros, propiedades, autoestima, salud, calidad de vida, etc). El juego se convierte en una obsesión carazterizada por un completo descontrol de impulsos. En algunas ocasiones, los adictos encuentran placer en el acto de jugar utilizando esa actividad como vía de escape, otros apuntan ganar dinero (o recuperar pérdidas) jugando, otros señalan que manejan trucos para detectar cuándo habrá premio situándose así por encima del azar.
El primer paso es, reconocer que existe un problema. El jugador patológico raramente reconoce serlo, tiende a mentir incluso a los seres más próximos, a endeudarse para saldar deudas anteriores, entran en un círculo vicioso del que es díficil salir, minimizan su problema alegando que “esto podré dejarlo cuando quiera”. Con frecuencia la ludopatía se encuentra asociada a otras patologías: Alcohol, tabaco, drogas, medicamentos, ansiedad o depresión escasas habilidades sociales, etc. El pérfil más clásico lo conforman personas caprichosas, con problemas de ansiedad, problemas personales (de pareja, familiares, laborales), dificultades de adaptación social y escasa tolerancia a la frustración.
INDICADORES QUE PUEDEN DESCUBRIR UN PROBLEMA DE ADICCIÓN AL JUEGO:
1) FACTORES QUE PREDISPONEN: A)Cultura de juego en nuestra sociedad, asociarlo a reunión con los amigos, a momentos de diversión, de evasión. B) Valores materialistas que priorizan el dinero, el “tener” frente al “ser”, C) Aprendizaje por observación (vicario), es más visible y notorio cuándo alguien gana que cuándo pierde, la publicidad refleja en muchas ocasiones una situación ilusoria y engañosa con respecto al juego, D) Actitudes positivas (socialmente aceptadas) al hecho de “ganar”.
2) FACTORES ANTECEDENTES (INMEDIATOS): A) Oportunidad y elevada accesibilidad al juego (legislación Española permisiva), B) Presión social que atiende a la necesidad que todos tenemos de ser aceptados por ejemplo, por nuestro grupo de amigos que juega, a ser los ganadores, a pertenecer a un grupo, ect. C) Necesidad de buscar nuevas sensaciones, D) Creencia en que el juego reduce el malestar emocional asociado a problemas presentes.
3) PRESENCIA DE SESGOS COGNITIVOS: Ilusión de control, insensibilidad al tamaño muestral objetivo, subjetividad, disponibilidad, etc.
ESQUEMA RESUMIDO Y SIMPLE DEL TRATAMIENTO EN ESTOS CASOS:
1- ETAPA MOTIVACIONAL: Admitir que existe el problema, compromiso de cambio, dotar al paciente de metas y objetivos realistas, disminuir el “craving” (dotar de estrategias para los momentos de abstinencia), fomentar la autoeficacia.
2- ETAPA DE DESINTOXICACIÓN: Reducir el malestar, entrenamiento en técnicas de distracción, relajación y conductas incompatibles y alternativas, control de estímulos.
3- ETAPA DE DESCONDICIONAMIENTO: Entrenamiento en habilidades sociales, resolución de problemas, promover cambio de hábitos, fijar conductas placenteras y adaptativas, exposición con prevención de respuesta, moldeamiento.
4- CORREGIR CREENCIAS IRRACIONALES Y SESGOS COGNITIVOS.
5- SEGUIMIENTO Y PREVENCIÓN DE RECAIDAS.
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