Esta mañana, por motivos que no vienen al caso, he estado en el hospital. Estaba sentada esperando mi turno en urgencias rodeado de varias personas: una abuelita, dos chicos jóvenes y una madre con su hija. La madre, era mulata y la hija negra como el carbón. La niña debía tener menos de diez años y bombardeaba a su madre a preguntas, como lo haría cualquier niña de su edad. Pero ha habido un momento en la que la conversación se ha vuelta tan "curiosa" que no puedo más que narrarla a continuación...
- Mamá, ¿por qué soy negra?
- Bueno, cariño, eres negra por que yo... que soy tu mamá... soy negra.
- No, mami, tu eres blanca.- Lo cierto es que era mulata, pero mucho más clarita de piel que la niña.-
- No, yo soy negra, como también papá.
- Yo no quiero ser negra
- ¿Como dices?
- Que yo no quiero ser negra. En clase son todos blancos. Mis amigas son blancas. ¿Por qué tengo que ser negra? Yo quiero ser blanca.
- Te voy a explicar una cosa. Y quiero que me escuches con atención. Tu no eres negra.- la hija se la ha mirado como diciendo ¿que se ha fumado esta?.- Ni eres blanca. Ni amarilla. Tu eres MUJER. Y las MUJERES siempre vamos a todos sitios con la cabeza bien alta orgullosas de nuestro origen, sea del color que sea ¿me entiendes?
- Sí.- le ha respondido la chica con timidez.-
- Y venga, que ya es nuestro turno...
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