jueves, 15 de diciembre de 2011

HIGADO GRASO


1) Me encontraron hígado graso; ¿que debo hacer?
R: Consultar a su médico de cabecera o a un especialista informado, Hepatólogo de preferencia, en regiones al Gastroenterólogo o a un Internista interesado en el tema.
Con él se debe investigar que enfermedades asociadas al Hígado Graso están presentes y tratarlas, como por ejemplo Consumo de alcohol inadecuado, Diabetes, Hipertensión Arterial, Obesidad, Colesterol o Trigliceridos altos, etc. Además, debe establecerse la cuantía del daño del hígado, especialmente si ya hay cirrosis, o se está cerca de ella.
2) ¿Cómo se confirma el diagnóstico de hígado graso?
R: El diagnóstico mas exacto es por medio de una biopsia del hígado. Sin embargo, por ser un procedimiento no exento de riesgos, ésta se realiza solo después de un estudio exhaustivo, con exámenes de laboratorio y de imágenes, de modo de sacar el máximo rendimiento de este examen. No todos los pacientes son sometidos a una biopsia.
En general, la Ecotomografía abdominal suele ser bastante segura para diagnosticar grasa en el hígado, por ello, ante su sospecha es el examen de primera elección.
3)  ¿Cuáles son los riesgos de tener un hígado graso?
R: El riesgo esta dado principalmente por que una parte de las personas con grasa en el hígado, hacen una forma de hepatitis silenciosa llamada esteatohepatitis , la cual en años, puede llegar a una cirrosis con las mismas complicaciones que la cirrosis originada por alcohol , o las hepatitis por virus B o C . Recientemente se ha demostrado que la cirrosis asociada a Hígado graso, puede también dar origen a un cáncer del hígado.
4)  ¿Quienes tienen mayor riesgo de tener un daño hepático severo?
R: Hay varios factores que se han asociado a un mayor daño hepático, entre estos están: la edad sobre 45 años, la presencia de obesidad, y/o diabetes, junto con algunos parámetros de laboratorio y algunos signos en los estudios de imágenes. En conjunto, permiten una buena estimación de quienes tienen o están en riesgo de presentar un daño hepático mas avanzado. Sin duda, el consumo asociado de alcohol es uno de los principales factores.
5) ¿Tengo las transaminasas elevadas, debo preocuparme?
R: Si.
El alza de ellas se asocia a cierto grado de inflamación y/o daño de las células hepáticas, no existiendo relación directa entre la cuantía del daño y la elevación de ellas, por ejemplo: puede haber un daño severo o incluso una cirrosis con transaminasas normales o levemente alteradas. Por ello siempre ante su alza se debe investigar la presencia y magnitud  del daño del Hígado.
Hay otras causas de elevación de transaminasas distintas del daño hepático, pero son poco frecuentes y deben ser también investigadas.
6)  ¿Puedo hacer ejercicio físico teniendo un hígado graso?
R: En la gran mayoría de los casos es posible, y además beneficioso, para la mejoría de éste problema. La mayor parte de los estudios científicos que han reportado mejoría del Hígado Graso, el ejercicio físico ha sido una de las piezas fundamentales del tratamiento.
Ello debido a que el ejercicio físico frecuente y mantenido, corrige el sobrepeso, y también ayuda a corregir la resistencia a la insulina junto a los excesos de colesterol y triglicéridos en la sangre, todas estas situaciones asociadas frecuentemente al hígado graso.
7)  ¿Que tipo de ejercicio se recomienda?
R: El ejercicio aeróbico es el recomendado, caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta o patines, y remar, de igual modo el trabajo en máquinas estáticas equivalentes, como caminadoras, trotadoras, bicicletas estáticas, etc.
Otros ejercicios también son beneficiosos, ya que consumen calorías y  estimulan la liberacion de neurotransmisores beneficiosos, ayudando a bajar de peso, y a corregir otras enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, o los excesos de colesterol y/o triglicéridos, aquí se incluyen el bailar el yoga y los deportes competitivos, como futbol, tenis, etc.
8) ¿De que modo se recomienda hacer dicho ejercicio?
R: Primero que nada, siempre debe hacerse un chequeo cardiovascular previo, especialmente en las personas con factores de riesgo, como hipertensos, dislipidémicos, obesos, diabéticos, y las personas que no han practicado deportes o ejercicios hace tiempo.
Una vez autorizado para hacer ejercicios, lo importante es la duración de al menos 30 minutos cada día, con una frecuencia de 3 a 5 veces a la semana.
A un ritmo de moderado a intenso de manera que pueda mantenerse sin problemas, y se disfrute con ello, de modo que poco a poco se instale un cambio en el estilo de vida.
Lo ideal, es efectuar esto en el contexto de un programa de tratamiento global, con un equipo médico multidisciplinario de especialistas, que además incluya nutricionista, psicólogo, y kinesiólogo, apoyando individualmente las necesidades de cada persona.
9) ¿Cuál es la meta en la baja de peso?
R: Lo recomendado es bajar inicialmente un 10% del peso basal, es decir al comenzar el programa. Por ejemplo si al inicio una persona pesaba 77Kg, su meta inicial será llegar a los 70Kg, de manera gradual, en varios meses, se recomienda entre 4 y 6 meses, ya que las bajas de peso brusco se han visto asociadas a empeoramiento del daño del hígado.
10)  ¿Que dieta en general se recomienda?
R: Aunque en el hígado graso lo que se acumula en las células del hígado es grasa, es importante conocer que esto ocurre por un mal manejo de los azúcares vinculado a la resistencia a la insulina (http://familydoctor.org/online/famdoces/home/articles/660.html). En consecuencia, lo básico en la dieta del hígado graso es restringir en forma significativa los azucares particularmente aquellos denominados azucares simples o refinados. Estos azucares están presentes en los alimentos dulces (tortas, pasteles, caramelos, bebidas azucaradas, mermeladas, manjar, etc). También debiese reducirse el consumo de harinas (pan, galletas, masas), papas y arroz.
Dado que el hígado graso se asocia a obesidad es deseable que la dieta sea pobre en calorías con el propósito de obtener una baja de peso moderada. Además, considerando que frecuentemente el hígado ngraso se asocia a factores de riesgo cardiovascular (hipertensión o colesterol elevado) es aconsejable reducir también las grasas saturadas, (carnes rojas, huevos, cremas). Mas detalles le podremos dar en breve plazo ya que tendremos el apoyo de Nutricionista en nuestra página, por lo que le pediría que revise nuestra página en una o dos semanas para ello.
Finalmente, el ejercicio regular de tipo aeróbico es un pilar fundamental del tratamiento actual del hígado graso y la resistencia insulínica. Junto a la suspensión total del consumo de alcohol, esto último es vital.
11)  ¿Debo evitar algún tipo de trabajo o labor?
R: En principio no. Las labores de una casa se pueden llevar a cabo sin problemas al igual que la mayoría de los oficios o profesiones.
Sólo deben evaluarse individualmente las personas que trabajan frecuentemente en contacto con productos potencialmente tóxicos, como solventes industriales, combustibles, pesticidas, etc.
12)  ¿Qué fármacos pueden ser especialmente nocivos si tengo hígado graso?
R: En general cualquier fármaco puede peligroso y no debe uno automedicarse. La lista de fármacos que producen daño del hígado es muy extensa y por otra parte hay varios fármacos que pueden acentuar la grasa en el hígado, entre ellos estan: corticoides, amiodarona, metotrexato, tamoxifeno, aspirina, tetraciclina, cocaina, bloqueadores de los canales de calcio, ácido valproico, y perixilina. Por todo esto, se debe siempre consultar a su médico antes de tomar medicamenteos, especialmente si se portador de HG.
13)  ¿Puedo beber algo de alcohol si tengo hígado graso?
R: La respuesta es NO.
Hay bastantes evidencias de que el consumo de alcohol en estos casos es perjudicial, aún en pequeñas cantidades puede asociarse a una progresión del daño del hígado, es decir, avanzar desde el Hígado Graso simple, hacia la esteatohepatitis, y la cirrosis. Bastando para ello cantidades tan pequeñas como 1 o 2 copas de vino o cerveza al día.
Especialmente nocivo es la ingesta de fin de semana de cantidades mayores. Un estudio recientemente publicado, revela que la ingesta de este tipo, una vez al mes, se asoció con un avance del daño en la mitad de los pacientes.
14)  ¿Se contagia el hígado graso?
R: No, sin embargo, las condiciones que lo favorecen, sobrepeso/ obesidad, sí parecen presentarse con una frecuencia mayor entre personas cercanas como familiares o amigos, ya que los hábitos de alimentación y estilos de vida tienden a ser compartidos. Estos factores deben por tanto ser tomados muy en cuenta al momento de evaluar a cada caso.
15) ¿Debo vacunarme contra la hepatitis si tengo hígado graso?
R: En general SÍ.
Una persona con hígado graso es más sensible al daño, que una con hígado normal, por ejemplo, medicamentos, infecciones, alcohol, etc, pueden producir un daño mayor si se compara con un hígado normal. Por ello la prevención es fundamental. En el caso de la hepatitis viral, tanto la hepatitis A como la B , son un riesgo real en nuestro país, por lo que todos los niños, y adultos jóvenes deberían vacunarse contra estos virus.

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