1) Me encontraron hígado graso; ¿que debo hacer?                      R:   Consultar a su médico de cabecera o a un especialista informado,  Hepatólogo de preferencia, en regiones al Gastroenterólogo o a un  Internista interesado en el tema.
 Con él se debe  investigar que enfermedades asociadas al Hígado Graso están presentes y  tratarlas, como por ejemplo Consumo de alcohol inadecuado, Diabetes,  Hipertensión Arterial, Obesidad, Colesterol o Trigliceridos altos, etc.  Además, debe establecerse la cuantía del daño del hígado, especialmente  si ya hay cirrosis, o se está cerca de ella.
2) ¿Cómo se confirma el diagnóstico de hígado graso?                      R: El  diagnóstico mas exacto es por medio de una biopsia del hígado. Sin  embargo, por ser un procedimiento no exento de riesgos, ésta se realiza  solo después de un estudio exhaustivo, con exámenes de laboratorio y de  imágenes, de modo de sacar el máximo rendimiento de este examen. No  todos los pacientes son sometidos a una biopsia.
En general, la  Ecotomografía abdominal suele ser bastante segura para diagnosticar  grasa en el hígado, por ello, ante su sospecha es el examen de primera  elección.
3)  ¿Cuáles son los riesgos de tener un hígado graso?                      R: El  riesgo esta dado principalmente por que una parte de las personas con  grasa en el hígado, hacen una forma de hepatitis silenciosa llamada  esteatohepatitis , la cual en años, puede llegar a una cirrosis con las  mismas complicaciones que la cirrosis originada por alcohol , o las  hepatitis por virus B o C . Recientemente se ha demostrado que la  cirrosis asociada a Hígado graso, puede también dar origen a un cáncer  del hígado.
4)                       ¿Quienes tienen mayor riesgo de tener un daño hepático severo?                        R: Hay  varios factores que se han asociado a un mayor daño hepático, entre  estos están: la edad sobre 45 años, la presencia de obesidad, y/o  diabetes, junto con algunos parámetros de laboratorio y algunos signos  en los estudios de imágenes. En conjunto, permiten una buena estimación  de quienes tienen o están en riesgo de presentar un daño hepático mas  avanzado. Sin duda, el consumo asociado de alcohol es uno de los principales factores.
5) ¿Tengo las transaminasas elevadas, debo preocuparme?                       R: Si. 
El alza de ellas  se asocia a cierto grado de inflamación y/o daño de las células  hepáticas, no existiendo relación directa entre la cuantía del daño y la  elevación de ellas, por ejemplo: puede haber un daño severo o incluso  una cirrosis  con transaminasas normales o levemente alteradas. Por ello siempre ante  su alza se debe investigar la presencia y magnitud  del daño del  Hígado.  Hay otras causas  de elevación de transaminasas distintas del daño hepático, pero son  poco frecuentes y deben ser también investigadas.
6)  ¿Puedo hacer ejercicio físico teniendo un hígado graso?                       R: En  la gran mayoría de los casos es posible, y además beneficioso, para la  mejoría de éste problema. La mayor parte de los estudios científicos que  han reportado mejoría del Hígado Graso, el ejercicio físico ha sido una  de las piezas fundamentales del tratamiento. 
Ello debido a  que el ejercicio físico frecuente y mantenido, corrige el sobrepeso, y  también ayuda a corregir la resistencia a la insulina junto a los  excesos de colesterol y triglicéridos en la sangre, todas estas  situaciones asociadas frecuentemente al hígado graso. 
7)  ¿Que tipo de ejercicio se recomienda?                       R: El  ejercicio aeróbico es el recomendado, caminar, trotar, nadar, andar en  bicicleta o patines, y remar, de igual modo el trabajo en máquinas  estáticas equivalentes, como caminadoras, trotadoras, bicicletas  estáticas, etc.
 Otros  ejercicios también son beneficiosos, ya que consumen calorías y   estimulan la liberacion de neurotransmisores beneficiosos, ayudando a  bajar de peso, y a corregir otras enfermedades como la hipertensión  arterial, la diabetes, o los excesos de colesterol y/o triglicéridos,  aquí se incluyen el bailar el yoga y los deportes competitivos, como  futbol, tenis, etc.
8) ¿De que modo se recomienda hacer dicho ejercicio?                       R:  Primero que nada, siempre debe hacerse un chequeo cardiovascular  previo, especialmente en las personas con factores de riesgo, como  hipertensos, dislipidémicos, obesos, diabéticos, y las personas que no  han practicado deportes o ejercicios hace tiempo. 
Una vez  autorizado para hacer ejercicios, lo importante es la duración de al  menos 30 minutos cada día, con una frecuencia de 3 a 5 veces a la  semana. 
A un ritmo de  moderado a intenso de manera que pueda mantenerse sin problemas, y se  disfrute con ello, de modo que poco a poco se instale un cambio en el  estilo de vida. 
Lo ideal, es  efectuar esto en el contexto de un programa de tratamiento global, con  un equipo médico multidisciplinario de especialistas, que además incluya  nutricionista, psicólogo, y kinesiólogo, apoyando individualmente las  necesidades de cada persona. 
9) ¿Cuál es la meta en la baja de peso?                       R: Lo  recomendado es bajar inicialmente un 10% del peso basal, es decir al  comenzar el programa. Por ejemplo si al inicio una persona pesaba 77Kg,  su meta inicial será llegar a los 70Kg, de manera gradual, en varios  meses, se recomienda entre 4 y 6 meses, ya que las bajas de peso brusco  se han visto asociadas a empeoramiento del daño del hígado. 
10)  ¿Que dieta en general se recomienda?                      R: Aunque  en el hígado graso lo que se acumula en las células del hígado es  grasa, es importante conocer que esto ocurre por un mal manejo de los  azúcares vinculado a la resistencia a la insulina (http://familydoctor.org/online/famdoces/home/articles/660.html).  En consecuencia, lo básico en la dieta del hígado graso es restringir  en forma significativa los azucares particularmente aquellos denominados  azucares simples o refinados. Estos azucares están presentes en los  alimentos dulces (tortas, pasteles, caramelos, bebidas azucaradas,  mermeladas, manjar, etc). También debiese reducirse el consumo de  harinas (pan, galletas, masas), papas y arroz.  Dado que el hígado graso se  asocia a obesidad es deseable que la dieta sea pobre en calorías con el  propósito de obtener una baja de peso moderada. Además, considerando que  frecuentemente el hígado ngraso se asocia a factores de riesgo  cardiovascular (hipertensión o colesterol elevado) es aconsejable  reducir también las grasas saturadas, (carnes rojas, huevos, cremas).  Mas detalles le podremos dar en breve plazo ya que tendremos el apoyo de  Nutricionista en nuestra página, por lo que le pediría que revise  nuestra página en una o dos semanas para ello. 
Finalmente, el ejercicio regular  de tipo aeróbico es un pilar fundamental del tratamiento actual del  hígado graso y la resistencia insulínica. Junto a la suspensión total  del consumo de alcohol, esto último es vital. 
11)  ¿Debo evitar algún tipo de trabajo o labor?                       R:  En principio no. Las labores de una casa se pueden llevar a cabo sin  problemas al igual que la mayoría de los oficios o profesiones. 
Sólo deben  evaluarse individualmente las personas que trabajan frecuentemente en  contacto con productos potencialmente tóxicos, como solventes  industriales, combustibles, pesticidas, etc.
12)  ¿Qué fármacos pueden ser especialmente nocivos si tengo hígado graso?                      R: En general cualquier fármaco puede peligroso y no debe uno automedicarse.  La lista de fármacos que producen daño del hígado es muy extensa y por  otra parte hay varios fármacos que pueden acentuar la grasa en el  hígado, entre ellos estan: corticoides, amiodarona, metotrexato,  tamoxifeno, aspirina, tetraciclina, cocaina, bloqueadores de los canales  de calcio, ácido valproico, y perixilina. Por todo esto, se debe  siempre consultar a su médico antes de tomar medicamenteos,  especialmente si se portador de HG.  
13)  ¿Puedo beber algo de alcohol si tengo hígado graso?                       R: La respuesta es NO. 
Hay bastantes  evidencias de que el consumo de alcohol en estos casos es perjudicial,  aún en pequeñas cantidades puede asociarse a una progresión del daño del  hígado, es decir, avanzar desde el Hígado Graso simple, hacia la  esteatohepatitis, y la cirrosis. Bastando para ello cantidades tan  pequeñas como 1 o 2 copas de vino o cerveza al día.
Especialmente  nocivo es la ingesta de fin de semana de cantidades mayores. Un estudio  recientemente publicado, revela que la ingesta de este tipo, una vez al  mes, se asoció con un avance del daño en la mitad de los pacientes. 
14)  ¿Se contagia el hígado graso?                      R: No,  sin embargo, las condiciones que lo favorecen, sobrepeso/ obesidad, sí  parecen presentarse con una frecuencia mayor entre personas cercanas  como familiares o amigos, ya que los hábitos de alimentación y estilos  de vida tienden a ser compartidos. Estos factores deben por tanto ser  tomados muy en cuenta al momento de evaluar a cada caso.
15) ¿Debo vacunarme contra la hepatitis si tengo hígado graso?                       R: En general SÍ. 
Una persona con  hígado graso es más sensible al daño, que una con hígado normal, por  ejemplo, medicamentos, infecciones, alcohol, etc, pueden producir un  daño mayor si se compara con un hígado normal. Por ello la prevención es  fundamental. En el caso de la hepatitis viral, tanto la hepatitis A  como la B , son un riesgo real en nuestro país, por lo que todos los  niños, y adultos jóvenes deberían vacunarse contra estos virus.
 
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