Una mujer salió de su casa y vio tres viejitos, de barbas muy largas, sentados frente a su jardín.
Ella no los conocía, pero igualmente les dijo: "No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor, los invito a mi casa para que coman algo"
Ellos preguntaron si estaba el hombre de la casa a lo cual ella respondió con una negativa. Entonces los viejitos con mucha cortesía le dijeron que no podían entrar.
Al atardecer, cuando llegó su marido, le contó lo sucedido y èl le indicó que los volviera a invitar ahora que ya había llegado.
La mujer salió a invitarlos, pero esta vez los viejitos le dijeron que no podían entrar a una casa los 3 juntos.
Ante el desconcierto que se dibujó en el rostro de la mujer frente a esa afirmación, uno de los viejos señaló a otro de sus amigos y dijo: "Su nombre es RIQUEZA", luego señaló al otro: "Su nombre es EXITO y yo, me llamo AMOR".
A coro le indicaron a la mujer que volviera a su hogar y que junto a su marido decidieran a cual de los 3 invitarían a pasar.
La mujer entró a la casa y le contó a su marido lo que ocurría. El marido pensó que lo mejor sería invitar a RIQUEZA, pero su esposa no estuvo de acuerdo. Ella preguntó si no sería mejor invitar a EXITO. La hija de ambos estaba escuchando, tuvo una idea y vino corriendo a contársela: ¿no sería mejor invitar a AMOR? El marido le dijo que harían caso a su hija y le pidió que invitar a pasar a AMOR.
La esposa se asomó a la puerta y le indico a los ancianos cual había sido su decisión. AMOR se puso de pié y comenzó a caminar hacia la puerta. Los otros dos también se levantaron y lo siguieron.
Sorprendida la mujer le preguntó a RIQUEZA y EXITO porqué también venían si ella sólo había invitado a AMOR.
Los viejos respondieron al unísono: Si hubieras elegio a RIQUEZA o a EXITO, los otros hubieran permanecido afuera, pero como invitaste a AMOR, dondequiera que él vaya los otros vamos con él.
Y por eso es que dondequiera que hay AMOR hay RIQUEZA y EXITO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario